La central térmica de Cercs (Berguedà), que cerró en diciembre del 2011, acogerá una planta para quemar residuos industriales no peligrosos para obtener energía eléctrica renovable. La planta Ecocercs Energy podría empezar a funcionar el año 2023.
Una empresa de raíz manresana que reúne diferentes inversores impulsa el proyecto, según informa Regió7. EmSpain Waste&Treatment prevé invertir 130 millones de euros en la compra de la central, la reforma de las instalaciones y la adquisición de la infraestructura tecnológica necesaria. Se trataría de la primera planta del Estado español que genere energía a partir de la combustión de materiales sobrado de se la industria.
Los promotores calculan que se crearían 60 puestos de trabajo directos y un centenar de indirectas. El proyecto está pendiente de la autorización medioambiental de la Generalitat y cuenta con el visto bueno del alcalde de Cercs, que encuentra positivo que la planta renazca y genere actividad económica en la comarca.
Impacto ambiental
Los promotores d'Ecocercs Energy aseguran que la planta no tendrá ningún tipo de impacto ambiental, a diferencia de la anterior planta térmica, que generaba electricidad a partir de la combustión de carbón. Se utilizará una tecnología que reduce la emisión de gases que contribuyen al efecto invernadero.
Los residuos que se quemarán en la planta provendrás de fragmentadoras de vehículos fuera de uso (gomas y plásticos sin metales), restos del reciclaje de se la industria de papel (barros secados) y restos diversos que no se recogen selectivamente como papel, vidrio, chatarra, jardinería, madera y plástico.