El Centro Recreativo y Turístico (CRT) de Vila-seca y Salou quedará definido esta semana con la aprobación definitiva del Plan Director Urbanístico (PDU), después de que el Govern haya recibido alegaciones hasta el pasado 27 de septiembre y las haya analizado para dar el visto bueno al proyecto.
El martes, la Comisión de Urbanismo de Tarragona tiene en su orden del día la aprobación provisional del PDU, que también será abordado el miércoles en una reunión del consorcio del CRT.
El jueves debe llegar la aprobación definitiva en la comisión de política territorial y urbanismo de Catalunya en Barcelona, y entonces se presentará el contenido del PDU.
Tras este trámite, los tres operadores preseleccionados para optar al concurso de adjudicación de los casinos --Hard Rock, Melco y Grup Peralada-- dispondrán de los 90 días que solicitaron para hacer sus propuestas, tras lo que llegará la resolución definitiva del concurso.
El Govern mantiene el objetivo de que las obras puedan empezar en verano de 2017 para un proyecto --ubicado junto a PortAventura World-- que prevé una inversión de entre 2.000 y 2.500 millones de euros y 10.000 empleos cuando esté en funcionamiento.
Los trabajos de urbanización tienen una duración estimada de 18 meses, de forma que se completarían en 2019, y el periodo de edificación contempla 48 meses en dos fases, aunque será el operador adjudicatario quien concretará este calendario y en qué momento abrir puertas.
El PDU expuesto a información pública en verano ya incorporaba alegaciones presentadas durante la primera tramitación, de forma que reduce el techo máximo respeto al PDU aprobado inicialmente en 2015 en un 25,5%, pasando de un millón de metros cuadrados a 745.000.
El espacio destinado al juego se reduce un 50% hasta 30.000 metros cuadrados y un máximo de dos casinos --el concurso inicial preveía hasta seis--, mientras que el techo hotelero disminuye un 29,2% hasta 425.000 metros cuadrados.
Asimismo, se mantiene el techo destinado a usos comerciales (50.000 metros cuadrados) y ocio (120.000), y se rebaja la altura máxima de los edificios de los 90 metros previstos inicialmente a los 75 metros.
El planeamiento urbanístico propuesto también reforma el sistema de infraestructuras viarias internas y externas para reorganizar la movilidad separando el tráfico local del especializado.
Destaca la transformación del último tramo de la autovía C-31 en vía urbana, lo que permite la integración del nuevo complejo de los Centros Turísticos Integrados (CTI) en la estructura urbana del municipio de Salou.
También prevé la mejora de las condiciones medioambientales a partir de la creación de conectores biológicos entre el nuevo parque del Pinar, al norte, y los espacios protegidos de la Acequia Mayor, al sur.