La patronal CEOE, junto con Cepyme, ya ha mostrado su enfado por el acuerdo del Gobierno con Bildu para la derogación de la reforma laboral. El empresariado ha emitido esta mañana un comunicado muy contundente en el que lo tilda de "desprecio indignante que dinamita el diálogo social" y un gesto "de irresponsabilidad" por parte de Pedro Sánchez. De esta manera, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, da por "dinamitado" el diálogo con el Gobierno y ya ha anulado la reunión prevista para esta tarde con el Ministerio de Seguridad Social, según ha explicado RNE.
"Puede haber gente que quiera cambiar el modelo económico de este país, es legítimo", explicaba Garamendi en RNE. "Pero entonces que no cuente con nosotros, no estaremos allí".
Así se rompen los puentes con el Gobierno en un contexto en que son imprescindibles para seguir manteniendo el acuerdo de alargamiento de los ERTE para los sectores más afectados por la crisis del coronavirus; un acuerdo que obtuvo luz verde justo hace diez días. El malestar en la CEOE se basa, según explican, en que consideran que la derogación íntegra de la reforma laboral de 2012 "tendrá unas consecuencias negativas incalculables" en la economía y en la confianza empresarial, lo que "impactará de forma profundamente negativa en el empleo".
Por parte de los sindicatos, el malestar también es palpable, aunque no tan radical. El secretario general de la UGT, Pepe Álvarez, ha pedido a la CEOE que trate de seguir en el camino del diálogo y ha calificado de "música de la mala" el acuerdo con Bildu, porque incluye un asunto que habría pasado por la mesa de negociación que se abrió a principios de año para abordar la reforma laboral y que ahora está "invernada", con todos los esfuerzos centrados en las medidas para paliar el coronavirus.
"Sería bueno huir de voluntarismos y reanudar la agenda para la derogación de la reforma laboral que fue interrumpida por la crisis sanitaria, contando con el marco de diálogo social y sabiendo que se requiere una mayoría parlamentaria para hacerlo", ha dicho el secretario general de CCOO, Unai Sordo, que ha recordado que hay que poner en pie toda una legislación que recoja los cambios del mercado laboral.
Muchas vueltas y un solo artículo derogado
A finales de enero la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, planteó el inicio de la negociación para la derogación de la reforma laboral de 2012 en dos fases: una primera para abordar las cuestiones más urgentes, como devolver la prioridad al convenio sectorial y recuperar la ultraactividad, y una segunda para los aspectos "más complejos", como la contratación o la causalidad del despido.
En aquel momento ya se cuestionó si la derogación sería completa, cosa que la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dijeron que no era técnicamente posible, mientras que Díaz defendió que no se trataba tanto de volver al mercado laboral previo a la crisis, sino de recuperar los derechos laborales perdidos.
De momento se ha derogado la parte del artículo 52 del Estatuto de los Trabajadores que permitía el despido por acumular bajas médicas en un determinado periodo de tiempo, lo que se hizo a través de un decreto ley que no fue negociado con los agentes sociales y que se convalidó en el Congreso con la única oposición de Vox y Foro Asturias.