La crisis de este verano entre los Estados Unidos y la China por la visita de la presidenta de la cámara americana, Nancy Pelosi, a Taiwán todavía trae cola. El Ministerio de Comercio de China ha calificado hoy "de intimidación" la decisión reciente del Departamento de Comercio de los Estados Unidos de impedir a las empresas o individuos chinos comprar algunos semiconductores y materiales de fabricación norteamericano. La acción del país norteamericano "viola el espíritu de cooperación" entre los dos países y "perjudica los intereses legítimos de las empresas chinas y norteamericanas", señala un comunicado publicado a la página web de la cartera comercial.
China se enfada
Así pues, el país asiático acusa a los Estados Unidos "de obstaculizar gravemente" los intercambios económicos y comerciales normales entre las dos potencias, "cuestionar las reglas del mercado y el orden económico y comercial internacional y poner en riesgo la estabilidad de las cadenas de suministro industriales". Asimismo, el Ministerio insta en Washington "parar inmediatamente sus irregularidades y brindar un trato justo a las empresas de todo el mundo, incluidas las empresas chinas".
Estamos delante de la Chip War
El viernes pasado, la administración del presidente Joe Biden emitió nuevas regulaciones agresivas, destinadas a dificultar el acceso a China y la construcción de semiconductores de gama alta. Con la publicación de Chip War, un nuevo libro sobre luchas globales sobre semiconductores, escrito por Chris Miller, profesor asociado de historia a la Fletcher School de la Universidad de Tufts y miembro visitante del American Enterprise Institute, se ponen las bases de este veto.
Vuelve el Made in America
Hay que recordar que la iniciativa norteamericana impedirá a compañías o individuos chinos acceder a microchips o componentes fabricados en los Estados Unidos, cosa que limitará su capacidad para fabricar piezas necesarias para el funcionamiento de superordenadores o sistemas militares avanzados.
Según las nuevas reglas, cualquier compañía extranjera que proporcione este tipo de materiales fabricados en los Estados Unidos a empresas o individuos chinos podría ser incluida a su vez a la lista de entidades sancionadas del Departamento de Comercio, estamos demostrando que el 'Made in America' (Fabricado en los Estados Unidos) no es un eslogan, es una realidad", dijo Biden, que preguntó "dónde está escrito que los Estados Unidos no pueden volver a ser el líder mundial en manufacturas".
Ante la guerra comercial abierta con Washington desde marzo del 2018 y las crecientes tensiones diplomáticas, Beijing ha anunciado varias medidas y planes para impulsar la industria nacional de los semiconductores, en los que sigue dependiendo de fabricantes exteriores.