La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el Ayuntamiento se han beneficiado, en el último año, de 150 millones de euros por conceptos que no tienen nada que ver con este servicio como por ejemplo la tasa de tratamiento de residuos del AMB o la tasa de recogida de residuos que impuso el mismo Ayuntamiento durante la primera ola de la Covid.
Si desglosamos estos 150 millones de beneficios, 113 millones provienen de la Tasa Metropolitana de Tratamiento de Residuos (TMTR) del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB), 19 millones a través de la Tasa de Recogida de Residuos del Ayuntamiento de Barcelona, que el consistorio creó en plena pandemia y ha supuesto un incremento de los alrededores del 19% de la factura para todos los ciudadanos. Y los 15 millones restantes que ha ganado el gobierno Colau están en concepto de canon.
Con estos datos, se pone de manifiesto que Colau y su Gobierno, a través del AMB y el Ayuntamiento, se han servido de la factura del agua para recaudar impuestos. Eso se contrapone con las ideas y principios que ha defendido el gobierno de la ciudad como por ejemplo que no se puede hacer negocio con el agua cuando, en la práctica, su beneficio con la factura de la luz acaba siendo de 150 millones de euros el año con conceptos que no tienen nada que ver con el agua.
Agbar supera el impacto de la crisis de la Covid
Toda esta información sobre los beneficios del ayuntamiento se ha sabido este miércoles a raíz de la celebración de la junta general ordinaria de accionistas de Agbar, que ha aprobado las cuentas y la gestión correspondientes de la entidad del 2020.
El beneficio total de la compañía ha sido de 3,9 millones de euros, de los cuales 3,5 millones se repartirán entre Sociedad General de Aguas de Barcelona (SGAB), CriteriaCaixa y Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB). Este resultado final muestra el impacto de la crisis de la Covid-19 si lo comparamos con los 22,2 millones de euros del ejercicio del año 2019. En este sentido, los ingresos de la compañía se han visto afectados por la disminución de la actividad industrial, comercial y turística, que ha comportado una reducción de volúmenes de más del 4% respecto del año 2019.
A pesar de esta excepcional situación de crisis, Aguas de Barcelona ha resuelto con éxito un año de difícil gestión con un doble objetivo: garantizar la continuidad del servicio con la misma calidad de siempre y preservar la seguridad y la salud de la plantilla. Eso ha sido posible gracias al compromiso y dedicación de los trabajadores y trabajadoras, que han recibido el agradecimiento de la compañía.
A final, el impacto total de la actividad de Aguas de Barcelona fue de 592 millones de euros, de los cuales 484 millones se generaron en Catalunya, y de estos, 419 millones en el área metropolitana. Eso supone un impacto económico equivalente al 0,35% del PIB del Àrea Metropolitana de Barcelona. De la misma manera, Aguas de Barcelona ha generado el equivalente a un total de 6.473 puestos de trabajo en España, de los cuales 4.987 eran al Àrea Metropolitana de Barcelona.
Compromiso con la sociedad
Durante la Junta de Accionistas, la entidad también ha repasado las medidas sociales de la compañía, como la mejora en la tarifa social. Concretamente destacan a las 45.402 familias acogidas a la tarifa social a finales del 2020. Con respecto al Fondo de Solidaridad, ha bonificado la factura del agua a 41.156 familias en situación de vulnerabilidad. Además, Aguas de Barcelona ya tiene firmados convenios contra la pobreza energética con los 23 municipios en los cuales opera, para garantizar el agua a las personas que no la pueden pagar.
En estas acciones, hay que añadir el conjunto de medidas sociales a las cuales se pueden acoger las familias que reciben el suministro por parte de Aguas de Barcelona. En concreto, 2.124 familias se han beneficiado de aplazamientos y flexibilidades para el pago de la factura, y más de 157.000 familias han obtenido bonificaciones en la factura para ser más de tres personas en el hogar.