El decano del Colegio de Economistas, Anton Gasol, ha definido el impuesto de las hipotecas como "anacrónico" y ha dicho que no tendría que existir, de la misma manera que el presidente del Consejo General de Economistas, Valentí Pich, que ha deseado su abolición porque corresponde a "otra época". Lo han dicho este viernes en el marco de la Jornada de los Economistas 2018 que organiza el Colegio de Economistas.
El decano de la entidad ha afirmado que cualquier tributación tendría que gravar sólo actividades que "generan riqueza", y es por eso que "tienen sentido" impuestos como el IVA, pero no el de las hipotecas porque "no aportan valor". Por su parte, Pich ha dicho que el impuesto es uno "mal" que se tendría que suplir con un nuevo sistema de financiación autonómica y que hay una imagen como si los bancos fueran los "malos de la película".
Gasol ha planteado que si el Tribunal Supremo estaba dividido -15 votos en 13- a la hora de marcar a quién pagaba el impuesto según "quien tenía más interés en que se hiciera la escritura de la hipoteca", el pago del impuesto se tendría que asumir a medias. "Es fácil, que se lo partan, porque parece que hay un interés compartido, unos para que se los den la hipoteca y los otros por la garantía," ha dicho.
Con el decreto ley del gobierno español, el decano considera que es "lógico" que si el gobierno español marca que son los bancos quién tienen que "soportar" el impuesto, también es "lógico" que no sea deducible de la base imponible. "Si fuera deducible quiere decir que un tercio del impuesto se lo tiene que tragar la propia administración que ha recibido esta tributación. Se una cosa lógica. Es bueno que haya estas cautelas", ha dicho Gasol.
Un impuesto "anacrónico"
No obstante, a su parecer se trata de un impuesto "anacrónico", correspondiente al antiguo impuesto del timbre, y que sólo existe en Francia, Italia, España y Portugal. Respecto del rendimiento económico que genera el impuesto a las comunidades autónomas, Gasol ha dicho que no propone que "se queden sin eso", sino que se vehicule hacia el concepto de "generación de riqueza".
"Quién está en mejores condiciones de poder tributar es aquel que ha recibido un incremento de valor porque ha recibido, por ejemplo, una mejor renta", ha dicho. Para actividades como una hipoteca, o cualquier permuta o transacción, Gasol considera que no tendría que existir impuesto porque no aportan valor, pero sí que se tendrían que grabar actividades en las que se reciban servicios y se causen daños, como la contaminación, o se genere riqueza.
Por su parte, Valentí Pich ha asegurado que el impuesto es un "bicho extraño en el ordenamiento legal de nuestro entorno", y que en caso de seguir existiendo, tendría que hacerlo con importes inferiores. "Espero que este impuesto desaparezca rápidamente y querría decir que tenemos un nuevo marco autonómico de fiscalidad", ha dicho Pich. "No me acaba de gustar que un impuesto se convierta en un impuesto finalista. Hay esta imagen como si los bancos fueran los malos de la película", ha remarcado Pich. De la misma manera, considera que la banca tendrá que interiorizar estos costes porque estamos en una economía de mercado.