El sector comercial y la restauración han reclamado esta mañana un "plan económico de choque urgente" a través de un manifiesto firmado por dieciocho entidades que se ha leído en la plaza Sant Jaume de Barcelona. La intención de este plan es evitar la destrucción de los "12.000 puestos de trabajo de los cuales dependen miles de familias" y reclamar la no discriminación "respecto de otras áreas con más interacción social". Las patronales de la restauración y el comercio han llevado cubos que simulaban contener excrementos ante el Palau de la Generalitat en una protesta simbólica contra las restricciones en plena temporada de rebajas de invierno.
Entre las diez peticiones que expone el manifiesto, se encuentra la reapertura de las tiendas en centros comerciales y de todos los establecimientos durante los fines de semana o a fin de las limitaciones horarias en los bares y restaurantes. Según las medidas impuestas por el Govern que entraron en vigor el 7 de enero y hasta un mínimo de diez días, el comercio no esencial tendrá que permanecer cerrado los fines de semana. Además, los centros comerciales y las tiendas de más de 400 m2 estarán cerrados durante toda la semana. Las medidas impuestas al principio de enero no contemplaron cambios en la restauración, que sigue funcionando con limitación horaria.
Compartimos el manifiesto leído hoy delante de @govern y firmado por varias entidades del sector comercio y restauración. @BcnComerc @AECComerciales @PIMEComerc @FomentTreball @BarcelonaOberta @ANCECO1 @PatronalCecot @CEDAC_ @RETAILcatalunya @RestauracioBCN @ConsellGremis pic.twitter.com/fwMZABvbvk
— Comertia (@ComertiaRetail) January 13, 2021
Las diez peticiones
"No podemos seguir tolerando estos cierres constantes que estamos sufriendo y que están llevando a buena parte de la restauración y del comercio en la ruina", ha expuesto Gabriel Gené, el presidente de Barcelona Oberta, una de las asociaciones firmantes del manifiesto. Otras organizaciones participantes han sido Comertia, Foment Comercio, Pimec Comercio, Cecot, Barcelona Comerç o el Gremio de Restauración de Barcelona, entre otros.
Los empresarios piden "poner fin a la discriminación de los establecimientos ubicados en los centros comerciales" y reabrir las tiendas que se ubican en estos espacios, así como reabrir la actividad comercial los fines de semana, un periodo en el cual se factura entre el 30% y el 40% del total semanal, según ha detallado Jordi Casas, propietario de las zapaterías Casas y miembro de Comertia.
Además, reclaman suprimir las limitaciones que impiden abrir en los comercios de más de 400 metros cuadrados y eliminar las restricciones de horario de la restauración. El director general del Gremio de Restauración de Barcelona, Roger Pallarols, ha lamentado que se tengan que dirigir al ejecutivo desde la plaza Sant Jaume porque no se reúne de manera habitual con los representantes empresariales.
Por otra parte, las organizaciones ven necesario que se condonen parte de los créditos ICO concedidos, "como compensación de las pérdidas ocasionadas por las constantes restricciones de la actividad sufridas durante el 2020 y 2021". Otra vía para salvar negocios que reclaman son subvenciones directas a fondo perdido similares a las que se están llevando a cabo en otros países de la UE. El manifiesto también exige la ampliación de los ERTE hasta a final de 2021 y una ley para poder ajustar plantillas, supresión de los impuestos y de las tasas durante los periodos de cierre y reducción de la actividad. "No hay derecho a que no tengamos ningún tipo de compensación por la grave situación a que se nos está llevando", ha lamentado el presidente de Barcelona Oberta.
Al mismo tiempo, consideran que los gobiernos tienen que destinar recursos a un mayor control de las interacciones sociales: hacer tests de antígenos a la población, contar con más rastreadores para evitar celebraciones privadas y más control en el transporte público y calle, para minimizar el índice de contagios ahora.
El sector del comercio y la restauración han mostrado sus "preocupación e indignación" ante la "falta de planificación y previsión" durante la tercera ola por parte del Govern y ha reclamado una gestión que sea "coherente" y que tenga en cuenta todos aquellos ámbitos donde se produce "interacción social, como el transporte público o las celebraciones privadas,"