El Gobierno ha aprobado un paquete de medidas para frenar la subida del precio de la luz que ya tendrá efecto en la factura de este septiembre. ¿Cómo lo hará Pedro Sánchez para conseguir que paguemos menos? ¿Cómo nos afectará a corto plazo?
Bajada de los impuestos
En el recibo de este mes ya veremos cómo se bajarán los impuestos. El IVA seguirá reducido al 10%, el impuesto a la electricidad bajará del 5,1 al 0,5% y se eliminará el impuesto sobre el valor de producción de energía eléctrica (7%). Así pues, todos estos cambios tendrán que estar especificados al final de la factura.
Reducción de cargos de la factura
El Estado también ha aumentado la recaudación por derechos de emisiones que se destinan a pagar los cargos del sector eléctrico. La subida supondrá pasar de los 1.100 a los 2.000 millones de euros, por lo cual se destinará estos 900 millones de más de las empresas a eliminar los importes que hasta ahora teníamos que pagar los consumidores al recibo de la luz. Este cambio también tendrá que estar reflejado al final de nuestra factura del mes de septiembre.
Límite a los beneficios de las empresas
El Gobierno también ha creado un mecanismo para reducir "el exceso de retribución que tienen hoy por hoy las compañías eléctricas por la evolución del precio del gas". Es decir, ha impuesto un límite a los beneficios de las eléctricas por los altos precios del gas. Se ha establecido un tope de 20 euros por kw/hora por el gas y, si pasan de este precio, los beneficios extras que obtengan las empresas se destinarán a reducir nuestra factura. El Gobierno prevé que este mecanismo recorte unos 2.500 millones de euros de beneficios "absolutamente extraordinarios" que habrían tenido estas empresas. De esta manera se pretende que vuelvan al sistema y repercutan en la factura doméstica y de pymes
Regulación del precio del gas
En esta línea, también se limitará la subida del precio del gas, que es con lo que se genera energía. Los próximos seis meses no se actualizará la tarifa regulada de gas de los hogares. Sólo podrá subir un 5% el precio y no el 40%, que es el que estaba previsto.
Otras medidas
Aparte, el decreto impone un suministro mínimo vital para consumidores vulnerables y amplía la prohibición de cortar suministros seis meses más a personas con el bono eléctrico. También crea nuevas subastas de energía generada por los operadores dominantes para que accedan pequeñas comercializadoras y grandes industrias. Por último, el decreto modifica la ley de aguas con la obligación de fijar un mínimo y máximo de caudal mensual que se puedan desembalsar y cotas mínimas para preservar embalses para "evitar episodios que nos han dado vergüenza", en referencia al vaciado hecho por parte de alguna eléctrica aprovechando la subida de precios de la luz.
Sin embargo... ¿eso es una solución real?
Por todo ello, nos prometen una rebaja mensual del 22% de la factura del consumidor medio hasta finales de año, que se sube al 30% si se suman las medidas ya aprobadas a finales de junio, con lo cual se espera alcanzar el objetivo que en el 2021 los ciudadanos hayan pagado un importe similar al del conjunto de 2018. Pero todo eso son medidas temporales (hasta el 31 de marzo de 2022) y, por lo tanto, lo que no pagamos este año lo pagaremos lo que viene. La verdadera pregunta: ¿esta es la solución que hace falta? Algunos expertos aseguran que eso sólo son parches que reducirán el precio a corto plazo. Para|Por ellos, la verdadera solución implica hacer cambios en la generación de energía para no depender del precio del gas. Es decir, apostar e incentivar las energías alternativas.