La demanda eléctrica en el estado español ha disminuido en un 9,5% en los últimos siete días, y un 8,6% en comparación con el mismo periodo del año 2021. Esta ha sido la segunda semana de la aplicación del plan de ahorro energético aprobado por el Gobierno. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha facilitado este lunes unos datos que señalan que la demanda total en el Estado de energía eléctrica entre el 15 y el 21 de agosto llegó a los 4.575 gigavatios por hora (GWh), delante de los 5.056 GWh que se consumieron la semana anterior, la primera en la cual las medidas para ahorrar energía en España estaban vigentes.
El caso es que en la primera semana de aplicación de este plan la demanda cayó en un 3,7% intersemanal y un 1,8% respecto del año anterior. En este sentido, según el Ministerio, la reducción de la demanda eléctrica se ha "duplicado" durante la última semana gracias a una concienciación social mayor y "una mejor aplicación de las medidas". Además, considera que estas medidas permitirán al país ahorrar "la mitad del compromiso asumido con la Unión Europa (UE) de rebajar la demanda energética para afrontar un eventual corte total del suministro de gas ruso".
Hay que recordar que el primer paquete de medidas de ahorro estará vigente hasta el 1 de noviembre de 2023 e incluye, entre varios aspectos, el ajuste de los termostatos en edificios administrativos, espacios comerciales y culturales; así como estaciones de trenes, aeropuertos y autobuses. El Gobierno estableció que la temperatura mínima en estos sitios tenía que ser de 27 grados durante los meses de verano; y una máxima de 19 durante los meses de invierno.
Las medidas de ahorro no acaban en las temperaturas; también tienen consecuencias en la iluminación. Por ejemplo, también se tendrán que apagar las luces de los escaparates a partir de las diez de la noche y la Iluminación de los espacios públicos cuando no se estén utilizando. Asimismo, se tendrán que tener las puertas cerradas cuando estén en funcionamiento los sistemas de calefacción o refrigeración.
El plan que aprobó el ejecutivo de Pedro Sánchez forma parte de la estrategia de la Unión Europea de reducir el consumo eléctrico en medio de una invasión de Rusia a Ucrania, con el objetivo de no tener que sufrir grandes consecuencias si en un futuro el suministro de gas ruso se ve afectado por órdenes de Vladímir Putin en una guerra táctica contra Europa. Rusia, por ejemplo, ya ha reducido drásticamente el flujo de gas que bombardea hacia Alemania a través del gasoducto Nord Stream.