La crisis del coronavirus deja al empresariado entre la espada y la pared. Fábricas paradas, empresas y autónomos que no facturan, un alud de expedientes de regulación temporal del empleo (ERTE), impuestos para pagar y mucha confusión por gran parte de la sociedad. Es en este contexto que entrevistamos la consellera de Empresa y Conocimiento Àngels Chacón. Una entrevista por teléfono, de Barcelona en Igualada, donde la consellera lleva ya más de tres semanas confinada y quién, asegura, "la situación es de mucha preocupación, incertidumbre y sufrimiento" por como quedará el tejido empresarial catalán después de la pandemia.
Usted está continuamente en conversaciones con empresas de todos los sectores. ¿Qué ambiente se respira entre el empresariado?
La situación es de mucha preocupación, incertidumbre y sufrimiento. Sufrimos mucho por todo lo que hay y lo que vendrá. Primero quiero dejar claras las características de nuestro tejido empresarial, porque la gente cuando le hablas de empresa piensa en grandes multinacionales. En Catalunya el 94,6% de nuestras empresas tienen menos de 10 trabajadores, y casi el 99% tienen menos de 50. Gran parte de este empresariado ha visto parada su actividad de un día por el otro.
¿Cuáles son los sectores que están sufriendo más?
Sobre todo están sufriendo mucho el turismo y la hostelería, que además ya venían de pasarlo mal con el temporal Gloria. Los vuelos han bajado un 88% respecto del marzo anterior. Las reservas, en un 90%. Es un sector que está en estado crítico, se han visto muy afectados por las cancelaciones de la temporada de Semana Santa y parte del verano... También está sufriendo mucho el comercio, que se ha visto imposibilitado con una inmediatez extraordinaria. El resto de empresas también se ven afectadas, porque se les detiene la facturación pero continúan los gastos financieros, de personal, de tributos, etcétera.
Tiene que ser una prioridad contemplar el derecho de los trabajadores, pero sobre todo nos interesa salvar empresas, porque sino estos trabajadores no tendrán donde ir a trabajar después. No quedará tejido empresarial como lo entendíamos hasta ahora. Aquí viene la primera de mis reflexiones: primero por los trabajadores, el coste que están soportando, muchos de ellos los ERTE hacen que no tengan prestaciones hasta de aquí unos días. Los empresarios, por su parte, ya sabemos todo lo que están aguantando. Mi pregunta es: ¿Gobierno, qué están aguantando Ustedes, qué están determinados a aportar para nuestro tejido productivo?
Diversos grandes economistas e instituciones como el FMI creen que tendremos una crisis igual o peor que la del 2008. ¿Está de acuerdo?
Sí, será diferente porque aquella era una crisis de modelo que aquí vivimos con más dureza que en otros países porque la maquillaron un poco con la especulación inmobiliaria, pero tampoco se había cuidado la economía productiva durante los años previos al 2008. Ahora es una crisis que nos para de golpe, y eso es un catalizador para la transformación de muchos hábitos de consumo de modelos productivos que teníamos. Hemos visto que hay cosas que a partir de ahora se acentuarán como la digitalización, el trabajo no presencial, etcétera. Hemos tenido dos cosas al mismo tiempo: una traba de la economía y un acelerador de los cambios, todo eso de manera global. Es una combinación que no es nada fácil.
Que el Gobierno se ponga en la piel de los empresarios y explique cómo se hace el milagro de pagar sin facturar
¿Son suficientes las medidas que ha propuesto Pedro Sánchez para las pymes y los autónomos? Ha dicho varias veces que el tejido empresarial está en peligro de desaparecer. ¿Qué quiere decir?
Sabemos que la situación es crítica y que tenemos que priorizar la salud de los ciudadanos, pero atendiendo el cambio de marco en que nos situamos a nivel de Comunidad Europea -en la que se han flexibilizado los objetivos de déficit-, me gustaría que el estado español fuera claro y dijera de cuántos millones acabarán disponiendo y con qué los dedicarán. Creo que hay que inyectar dinero, no sólo dar avales y prestaciones a los trabajadores. Nuestro tejido empresarial tal como está compuesto son los grandes olvidados porque no pueden soportar todas estas cargas.
Más allá de eso, en el fondo eso no es una inyección directa, el Estado está haciendo de avalador. ¿Pero qué prestaciones directas hay para la ciudadanía y para el tejido empresarial? Estas todavía no las hemos visto, o las hemos visto de manera muy superficial. Yo pido que el Gobierno se ponga en la piel de un empresario que tiene menos de 10 trabajadores, que tiene que hacer frente a los pagos de la Seguridad Social, IS, hipotecas, etcétera, y que explique cómo se hace el milagro de no tener facturación y tener que hacer frente a los pagos. ¿Cómo se cuadra esta ecuación? No se puede. ¿Qué medidas hay efectivas? Pedimos que aporten liquidez y a partir de aquí refinanciar sus deudas. Hace falta ser un poco más exigentes y pedir que estos meses haya rebajas o suspensiones de los tributos, y no hablamos ya de los autónomos. De acuerdo, hay una moratoria, pero quizás por tres o cuatro meses haría falta una condonación. Tal como lo están haciendo, están cargando a los negocios y a los autónomos con deudas para las cuales no hay ningún tipo de ayuda.
Desde el Govern han pedido varias veces una moratoria del pago de la cuota de autónomos. ¿Por qué cree que Sánchez es tan reticente a hacerlo?
Pues no lo sé. Catalunya tiene 540.000 autónomos. Sus cuotas durante un mes representan para el estado español 185 millones de euros aproximadamente. No perdonar esta cifra implica que después toda esta gente tiene que estar en precario, porque la moratoria de Sánchez lo que hace es prorrogar el pago, pero no lo reduce. Sin ingresos, estos autónomos tienen el mismo gasto, y eso pienso que es no querer ver el problema.
Están cargando a los negocios y a los autónomos con deudas para las cuales no hay ningún tipo de ayuda
Hace unos días el presidente Torra aceptaba errores en la gestión y decía que desde el Govern no se había comunicado bien la realidad de las residencias. ¿A nivel de su departamento, Usted haría autocrítica?
Creo que desde el inicio hemos defendido nuestro tejido productivo, hemos reclamado medidas y he estado siempre clara y contundente. Siempre he dicho que nuestro tejido productivo es la garantía para la creación de riqueza y puestos de trabajo, si no lo cuidamos estaremos ante una crisis que ahora es sanitaria, después será económica y más tarde social, si es que no lo es ya. Ahora hay que priorizar las vidas, pero no se tiene que olvidar de que también es ahora cuando se tienen que adoptar estas medidas para las empresas porque sino de aquí unos meses estaremos debatiendo cómo salvar nuestra economía. Desgraciadamente, desde la Generalitat no disponemos de la capacidad de recaudar los tributos que querríamos, nos gustaría tener recursos y medidas directas. Esta recentralización que ha querido hacer el Gobierno a la hora de gestionar la crisis está muy alejada de lo que entendemos nosotros de un sistema de gestión del siglo XXI basado en la colaboración en red. Nosotros tenemos muy identificado el contexto global: somos una economía exportadora, muy diversificada, mucho innovador y abierta al mundo. La conocemos bien, y nos gustaría poder tener más competencias y gestionarlo de una manera más directa.
¿Por lo tanto, qué se puede hacer desde Catalunya para evitar este cierre de empresas más allá de intentar presionar el Gobierno?
Desde la Conselleria estamos lanzando ayudas por sectores. En el sector del comercio damos ayudas por valor de 9 millones y de 13 millones de euros, algunos directos y otras indirectas. Hemos adoptado medidas de ayudas directas más sectoriales como suspender las cuotas a todas las entidades vinculadas a la Agencia Catalana de Turismo. En turismo, por ejemplo, teníamos un plan estratégico de turismo con un plan de marketing y ya empezábamos a tener resultados, pero ahora eso ha cambiado y no queda nada. Por lo tanto, tenemos que actuar rapidísimamente porque cuando se empiece a poder viajar, tenemos que promover el turismo doméstico, interior, etcétera. Este es sólo un ejemplo, pero es muy representativo porque demuestra cómo teníamos una estrategia definida y consensuada que iba muy bien, con récord histórico de ingresos, y todo eso se va a hacer puñetas de la noche al día. Y el sector desesperado.
Más adelante, hará falta un acompañamiento muy intenso para adaptar las empresas a esta nueva realidad tanto a nivel tecnológico como nivel de dinámica y volver a recordar que ahora más que nunca nuestra economía tiene que seguir internacionalizada, innovadora, sostenible y abierta al mundo. Este zarandeo nos hace recomenzar de una manera muy repentina.
¿Tenemos alguna buena noticia?
Sí, hay una. El 85% de los congresos y ferias de negocios se han salvado y aplazado para después del verano, no se han suspendido definitivamente.
Ayer salieron los datos del paro. ¿Cómo valora el aumento del 5,5% en Catalunya?
Previsible. Si las empresas no pueden seguir, los trabajadores no tienen puestos de trabajo.
Los ERTE en Catalunya superan los 80.000 y dejan temporalmente en paro más de 600.000 trabajadores. ¿Está de acuerdo en que los ERTE son la mejor herramienta que tenemos, como se ha dicho desde varias posiciones?
Los ERTE son una solución temporal que tratan el síntoma pero no la causa. Yo creo que los síntomas está bien tratarlos, pero si no nos focalizamos en la causa tendremos ERTEs permanentes o despidos definitivos. La pregunta que me hago es: ¿las empresas que ahora han tenido que hacer ERTE, estas empresas que durante meses habrán quedado descapitalizadas porque no habrán tenido ningún tipo de ayuda, después podrán seguir pagando los sueldos de estos trabajadores si no tienen un aumento de la facturación? Si no tienes ingresos puedes dilatar deudas pero hay un margen en el cual ya no puedes continuar. Recuerdo que hablo de una tipología de empresariado que no le gusta tener que despedir a ningún trabajador y que se juega el patrimonio. Se están tratando síntomas y no causas.
¿Cree que seguirá creciendo de esta manera tan violenta el número de ERTE?
Quizás no siguen aumentando a este ritmo tan pronunciado, pero sí que crecerán más si no damos apoyo a las empresas.
Aquí no acabamos de entender cuál es la apuesta del Gobierno para salvar su economía
¿Cómo podemos garantizar que después de los ERTEs no se hagan ERE?
Es eso. ¿Alguien se piensa que las empresas podrán seguir soportando este nivel de gastos si no tienen ingresos? ¿Podrán garantizar los puestos de trabajo si sus deudas han estado muy superiores a muchos meses de facturación? Miramos lo que han hecho a otros países donde la apuesta por el empresariado es clara, como Francia, Dinamarca... Aquí no acabamos de entender cuál es la apuesta del Gobierno para salvar su economía.
¿El confinamiento total que se puso en marcha el domingo pasado es viable a nivel económico? Hay una cierta esquizofrenia entre confinamiento total y lo que realmente se puede hacer. ¿La cadena de producción lo permite?
Si queremos abastecer los productos esenciales, la cadena de suministro tiene que ser mucho más larga. Hay mucha ignorancia con los procesos industriales. La gente se piensa que iremos al supermercado y caerá todo del cielo... No es así. Un ejemplo: la alimentación. Está el sector primario pero se tiene que tener en cuenta desde los productos de semilla, los fertilizantes, la veterinaria animal, los piensos, los mataderos, los colorantes, los conservantes, la empaquetadura, el tratamiento de residuos de los productos alimenticios, etcétera. La cadena es muy larga, y cuanto más se alarga el tiempo de confinamiento, más larga se hace la cadena de valor y más elementos necesitamos. Que no quiere decir con la misma intensidad, pero hacen falta unos mínimos.
¿Cuánto de tiempo más de confinamiento puede soportar el tejido productivo?
Yo creo que la duración del confinamiento nos la tienen que marcar las autoridades sanitarias porque se basa en criterios de salud. Evidentemente si fuera por los criterios económicos sería de otra manera. Precisamente porque prevemos que habrá muchas empresas muy perjudicadas que tendrán que empezar de cero, hacen falta las medidas que comentaba antes, pero realmente ahora ya hay muchas empresas que están mucho tocadas. Que nadie se piense que estamos intentando transmitir un mensaje de priorizar la economía por encima de la salud, en ningún caso. Pero justamente a mí no me gusta tener que escoger entre una o la otra porque no hay que escoger; lo que se tiene que hacer es salvar vidas -cómo hacemos con el confinamiento- y también salvar empresas, y eso pasa por otras medidas que se basen en reducir sus gastos e incrementar su liquidez.
¿Cómo valora el permiso retribuido temporal?
Es un parche, también. Porque las empresas pagan por adelantado, pero después los trabajadores lo tendrán que compensar. Pero volvemos a lo mismo: todavía no hemos visto qué pone aquí el Estado. No es una solución que ayude en las empresas a mantener su actividad.
¿Y la renta mínima garantizada sería una buena solución?
Sería una solución temporal. ¿Pero si no garantizamos la continuidad de los negocios, cuando tiempo lo tengamos que mantener? Es cuestión de lógica: o inyectamos en el tejido productivo o los puestos de trabajo no estarán. No confundamos, repito, con el gran capital; este es el que está menos en riesgo y es el que sí que ha recibido ayuda del Gobierno. Aquí sí que hemos visto un gesto. Pero repetimos: ¿Estado, hasta donde te has implicado? Cuando hablamos de ayudar la economía productiva no es ayudar a la especulativa o explotadora. Tenemos que tener en cuenta que nosotros somos muy diferentes de otros lugares del estado español donde domina más una industria mucho más concentrada, o en Madrid, que está el sector financiero, los servicios, los seguros... en cambio aquí somos emprendidas pequeña, somos talleres, comercio...
Saldremos adelante, y tanto. No está la opción de no salir adelante
Una de las pocas cosas bonitas que se ha visto estos días es la solidaridad tanto del tejido empresarial como de particulares.
Sí, tenemos que estar muy agradecidos del tejido productivo que tenemos, que a menudo ha sido muy menospreciado y muy estigmatizado. Es una muestra de cómo es nuestra sociedad: Catalunya es un país solidario, implicado, y la manera como pensamos que era mejor articular toda esta generosidad es a través del marketplace de ACCIÓ porque allí está donde tenemos todas las redes de oficinas internacionales y el sistema de política de clusters. De esta manera hemos recogido todas las ofertas solidarias, que tenemos ya más de 1.300 en una semana, e interconectamos las empresas para que juntas puedan aportar de manera eficiente.
Ha habido una polémica con la lentitud de los protocolos y las homologaciones por parte del ministerio de Sanidad para dar el visto bueno a estas iniciativas, como el caso de los respiraderos de la Seat. ¿Tenéis constancia?
Sí. Nosotros ponemos en contacto muchas de estas empresas que hacen proyectos. Ahora en Catalunya hay once vinculados a respiraderos, y muchos de ellos están pluriparticipados, y nuestra parte acaba poniéndolos en contacto entre ellos. A partir de aquí, nos gustaría tener los competencias para homologar estos respiraderos, pero no las tenemos y por lo tanto tienen que pasar este trámite. Sobre la lentitud podríamos pedir más celeridad; sobre los criterios no tengo los conocimientos y creo que se tiene que ser prudente porque es un tema de salud y de responsabilidad. Que me gustaría que hubiera en Catalunya una agencia de homologación sí; que iría más rápido, segurísimo. Pero las competencias son las que son...
Se ha hablado mucho de las políticas de que se están llevando a cabo en otros países como Francia con la suspensión de las facturas de los suministros, o bien el acuerdo social para los ERTE en lo que se ha llegado a Dinamarca. ¿Considera que se está haciendo mejor a fuera?
En materia de defensa de la economía productiva sí, porque algunos gobiernos han tenido muy claro que si no hay empresas, no hay riqueza ni puestos de trabajo.
¿Pero saldremos adelante?
Y tanto. No está la opción de no salir adelante. No la contemplo. Primero porque en Catalunya estamos acostumbrados a sobreponernos, tenemos una actitud de falta de resignación, y después tenemos los elementos para seguir siendo competitivos en este nuevo contexto y adaptarnos. Creo mucho en las posibilidades que tenemos.