El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, ha señalado este jueves que la crisis provocada por la pandemia del coronavirus supone un "reto descomunal, del cual no tenemos precedentes", y ha augurado que la entidad "saldrá airosa" de esta situación, aunque tendrá que asumir "algún sacrificio".
Desde Alicante, donde el Sabadell ha celebrado su junta general ordinaria de accionistas de forma telemática, Oliu ha analizado la situación creada a raíz de una crisis que, a diferencia de la del 2008, que tuvo un origen financiero, "ha sido causada por la misma sociedad para defenderse de una amenaza mortal". Por eso, ha defendido que la absorción de los costes de esta crisis, que dependerán de la duración de las restricciones aprobadas por los gobiernos y de los "remedios" que se apliquen, "se tiene que afrontar con la máxima mutualización".
Se trata de una crisis, ha añadido Oliu, que está afectando a todo el tejido empresarial, pymes, autónomos y grandes empresas, de manera que resulta "fundamental" que los Estados impulsen las medidas económicas más adecuadas para ayudar a su recuperación una vez se supere la pandemia.
Ha señalado, en este sentido, que "la defensa de la viabilidad del tejido empresarial es la mejor defensa para el empleo y, en definitiva, la mejor estrategia social". Oliu cree que las medidas anunciadas por el ejecutivo español "van en la buena dirección, ya que no sólo dirigen el gasto público a paliar los efectos más urgentes de la crisis", como son la sanidad y la falta de ingresos de las familias vulnerables, sino que "también van orientadas al mantenimiento del tejido empresarial y emprendedor, que es el que genera empleo y riqueza de manera sostenible". "Entre las medidas anunciadas por el Gobierno hay moratorias, subvenciones, avales y garantías públicas para que el crédito cubra este déficit temporal de solvencia social", ha recordado el presidente del Sabadell.
A pesar de las dificultades del momento, los bancos españoles afrontan la situación con mayor solvencia y liquidez, de manera que Oliu ha augurado que serán "fundamentales" para que empresas y familias puedan superar esta "sacudida".
La crisis impactará también en el banco y es posible que tenga que hacer "algún sacrificio", ha reconocido el presidente del Sabadell, que sin embargo ve "con optimismo" el futuro gracias a la solvencia de la entidad y su fuerza comercial.
La pandemia del coronavirus ha centrado prácticamente todo el discurso que ha pronunciado Oliu en esta junta atípica, que se ha celebrado en la sede del banco en Alicante sin la presencia física de accionistas ni consejeros, que han podido participar de forma telemática y ha durado menos de una hora.
Buenos resultados
El consejero delegado del banco, Jaume Guardiola, ha sido el encargado de repasar las magnitudes económicas del banco en el último año, en el que el Sabadell consiguió un beneficio de 768 millones de euros, un 134% más que en el 2018, cuando su resultado se vio arrastrado por los problemas derivados de la migración tecnológica de su filial británica, TSB.
También en referencia al coronavirus, Guardiola ha indicado que todavía es pronto para evaluar el impacto económico que tendrá la actual emergencia sanitaria, aunque es previsible que sea "relevante".
Oliu ha querido agradecer la tarea de todo el personal sanitario de país, que "con riesgo de contagio vive horas y horas de tensión y trabajo desbordado para servir a la sociedad", y a los empleados de banco, que "de manera callada y modesta" también dedican horas y esfuerzo por mantener la normalidad del servicio, a pesar de la excepcionalidad de la situación.
A la junta se ha aprobado el nombramiento del economista Mireia Giné como nueva consejera en sustitución de Teresa Garcia-Milán, que pasa a presidir Sabis, la filial tecnológica del grupo.