Segundo día de protestas de los trabajadores de Nissan desde que la empresa nipona les comunicó el cierre de las tres plantas en Catalunya.
Este viernes la acción se ha trasladado a varios concesionarios de la marca, como la Nissan de la Maquinista, Nissan Motor Llansà o el concesionario de Nissan en Granollers. Miles de personas han protestado con carteles, pintadas a los cristales y con llamamientos reivindicando sus derechos.
Además, unas 200 personas, entre trabajadores de la multinacional y empresas auxiliares, se han concentrado delante de uno de los concesionarios de la Nissan, en la Gran Vía de l'Hospitalet. El portavoz de UGT, Javier Hernández, ha animado a los trabajadores a cortar esta arteria principal de la ciudad, repitiendo la acción de ayer. El tráfico ha estado parado 10 minutos.
Antes, los empleados se habían concentrado en un concesionario, una convocatoria simultánea en cuatro puntos de venta del área metropolitana de Barcelona.
Desde las once de la mañana, los trabajadores han tirado huevos y han enganchado carteles reivindicativos a los edificios.
Aunque aseguran que han querido dejarlos morir, los trebaladors insisten en que no están muertos.
La empapelada ha servido para enviar miles de mensajes en busca de un apoyo social y han pedido a las instituciones que agoten todas las vías.
La semana que Generalitat y gobierno central se reunirán para intentar revertir la situación. "No le pondremos fácil a Nissan", ha dicho el vicepresidente del Gobierno esta mañana, aunque ha admitido ser consciente de que la compañía japonesa trata la situación de irreversible.