El año pasado la economía española ya creció mucho menos de lo que se esperaba en un inicio y parece que este año va por el mismo camino. Según ha publicado este viernes por la mañana el instituto nacional de estadística (INE). De hecho, podríamos decir que la economía española ha frenado en seco su crecimiento durante el primer trimestre de 2022, ya que ha desacelerado en casi dos puntos entre enero y marzo, hasta situarlo en el 0,3%, mucho lejos del crecimiento del 2,2% de los últimos meses de 2021. Al fin y al cabo, según apunta el INE, es causado por la caída del consumo.
Así, el INE estima que el consumo de los hogares se contrajo un 3,7% en el primer trimestre, ante el crecimiento del 1,5% que registró en el último cuarto de 2021. Es la primera tasa negativa del gasto de las familias desde el primer trimestre del año pasado y su mayor descenso desde el segundo trimestre de 2020, cuando la pandemia y el confinamiento hundió el consumo familiar un 20,4%. En cambio, el crecimiento interanual del PIB se aceleró casi un punto en el primer trimestre, desde el 5,5% del último trimestre de 2021 al 6,4%, a consecuencia de una mayor aportación del sector exterior.
En concreto, la demanda externa aportó 3,1 puntos al PIB interanual del primer trimestre, cifra 1,3 puntos superior a la del trimestre anterior, mientras que la demanda nacional contribuyó con 3,3 puntos, cinco décimas menos. Estadística ha explicado que el avance de datos de este primer trimestre se ha realizado a partir de indicadores estadísticos que ofrecían resultados hasta febrero, aunque se han incorporado algunas estimaciones de indicadores referidos al mes de marzo, basados en datos administrativos y otras fuentes adicionales. No obstante, avisa de que las futuras revisiones de los datos del primer trimestre podrían ser mayores las habituales por el contexto económico y de cambios "bruscos" que se vive actualmente.
Aun así, a pesar de que la parada del crecimiento económico haya sido causado principalmente por la caída del consumo, 'INE asegura que la ralentización se empezó a notar a partir de los indicadores estadísticos que ofrecían resultados hasta febrero, es decir, justo cuando se produjo la invasión rusa de Ucrania el pasado 24 de febrero. Así, a pesar de incorporar algunas estimaciones de indicadores referidos en el mes de marzo, el INE avisa que las futuras revisiones de los datos del primer trimestre podrían ser mayores a las habituales por el contexto económico y los cambios "bruscos" que se han vivido estos últimos meses.
A precios corrientes, el PIB del primer trimestre se situó en 317.760 millones de euros, 1.755 millones de euros menos (-0,5%) que en el trimestre anterior. Esta caída se debe al hecho que el repunte de los precios de las importaciones (+9,9% en media) fue más pronunciado que el de los bienes y servicios producidos por la economía. En tasa interanual, el PIB registró un crecimiento del 6,4% en el primer trimestre, casi un punto por encima del trimestre anterior, con una contribución de la demanda externa que marcó récord en casi 13 años.
Se disparan los precios de las exportaciones e importaciones
A pesar de este frenazo en seco del crecimiento económico, un dato que sorprende es que el Índice General de Precios de Exportación de los productos industriales registró un aumento interanual del 20,7% el mes de marzo pasado, casi 1,5 puntos por encima de la tasa de febrero y su mayor repunte interanual desde el inicio de la serie, en enero de 2006, según ha informado este viernes el INE. En esta línea, hay que recordar que los precios de exportación de los productos industriales hace nueve meses que baten récords. Uno de los motivos por esta gran subida de los precios ha sido, como casi todos los aumentos de precios del último año, la energía, que elevó su variación interanual, 28 puntos, hasta el 187,1%, por el aumento de los precios del refinamiento de petróleo y de la producción y transporte de energía eléctrica.
Por su parte, los precios de importación de los productos industriales se incrementaron un 30,7% en comparación con marzo de 2021, tasa más de 5,5 puntos superior a la del mes anterior y también la más alta desde enero de 2006. En esta evolución también influyó principalmente la energía, cuyos precios de importación aumentaron un 138,3%, más de 40 puntos por encima de la tasa de febrero, por el encarecimiento de la extracción de crudo y gas natural y de las coquerías y el refinamiento de petróleo.