Del Baix Llobregat a las ventas de vehículos. La crisis de los semiconductores y microchips, que ha obligado a cerrar la planta de Seat en Martorell, ha llegado a los concesionarios. La espera para comprar un coche nuevo se ha disparado en Catalunya, hasta el punto que se llegan a registrar retrasos de más de ocho meses, según recoge la ACN. Para más inri, las matriculaciones han caído al 34% durante el último mes, el peor dato de los últimos diez o quince años.
¿Cuál es la alternativa? Muchos consumidores optan ahora por los vehículos de ocasión, un sector que pronto notará la falta de microchips porque el stock "también está disminuido y reducido". Así lo avisa el presidente de la Federación catalana de vendedores de vehículos motor (Fecavem), Jaume Roura, de que insiste en decir que "si a finales de años no tenemos una recuperación rápida de suministros de piezas, tendremos una bajada de stocks importando". "Es un peligro que esperamos que se soluciona cuanto antes mejor", añade.
Los coches más utilitarios son los más afectados
El presidente de la patronal de automoción detalla que el problema "más grave" a la hora de entregar los coches está en los de entre 10.000 y 25.000 euros, los más utilitarios. Entonces, admite que las esperas para un coche nuevo "se pueden estar alargando a diez, quince o veinte semanas" en función del vehículo.
Sobre los retrasos, Roura lamenta no tener "cifras exactas porque es una situación muy variable". Sin embargo, admite que el problema afecta a todas las marcas, no solo la Seat. La incertidumbre sobre la fecha genera "momentos delicados y preocupantes" para los vendedores, que quieren dar el mejor servicio posible, pero se encuentran con "limitaciones".
La venta del vehículo de ocasión
Ante esta situación, en el "peor agosto de la historia con respecto a la venta de coche nuevo, la de vehículo de ocasión se ha incrementado", señala al presidente de Fecavem. "Hay más stock, más disponibilidad, y el cliente tiene mejor oferta de precio", afirma. Sin embargo, ha alertado que el stock del vehículo de ocasión también se está reduciendo por la crisis de los microchips.
En este contexto, Roura ha asegurado que la renovación del parque es "básica" en materia de seguridad y reducción de las emisiones y ha reclamado al Gobierno subvencionar también la compra de vehículos en motor de combustión. "A efectos de contaminación, hoy se puede comprar tranquilamente un diésel o gasolina que no son coches contaminantes, porque las tecnologías se han adaptado al siglo XXI", sostiene.
La crisis global de falta de semiconductores y microchips afecta a todas las marcas de vehículos y no se centra, solo, en el mercado del automóvil. De hecho, según Roura, también presidente la Unión Patronal Metalúrgica (UPM), la falta de materias primas como cobre, acero, aluminio o equipos cerrados que vienen de países asiáticos provoca una situación "preocupando" que amenaza la continuidad de empresas y puestos de trabajo.
Roura avisa de que la situación se puede agravar a finales de año, y exige una actuación contundente de las administraciones. Coincidiendo con la primera reunión del Pacto Nacional por la Industria, el presidente del UPM dice que hay que potenciar el sector "al máximo" y ha reclamado alargar los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y ayudar "económicamente" a la industria metalúrgica, con un peso del 30% de toda la industria catalana.