La actividad de los cruceros ha generado 786 millones de euros de facturación anual, lo que representa 413,2 millones de aportación al PIB catalán. El sector de los cruceros, con el Port de Barcelona al frente, ha presentado hoy el estudio sobre la actividad de los cruceros en la capital catalana ante varios sectores clave de la economía del país. Los datos, presentados por el presidente del Port, Sixte Cambra, muestran un crecimiento importante en términos interanuales, tanto del número de cruceristas como de los turistas que embarcan y desembarcan en Barcelona, lo que habitualmente se denomina puerto base. El crecimiento total entre 2014 y 2015 ha sido del 7,5%, porcentaje que sube hasta el 11,6% con respecto al puerto base.
El informe, que ha sido elaborado por el Laboratori d'Economía Aplicada AQR-Lab de la Universitat de Barcelona (UB), también destaca los 6.759 puestos de trabajo a tiempo completo que, de manera directa o indirecta, genera el tráfico de cruceros en la capital catalana, un modelo turístico en expansión. De hecho, el Port de Barcelona es ya el primero de Europa y el cuarto del mundo. A la presentación también han asistido el conseller d'Empresa, Jordi Baiget, la concejal de Ciutat Vella, Gala Pin y el presidente de la Cambra de Barcelona, Miquel Valls.
El retrato robot del cruceristas
Cambra ha explicado que entre noviembre de 2015 y febrero de 2016 han pasado unos 473.000 cruceristas por Barcelona. El perfil medio del turista de cruceros explica la repercusión del sector en las economías barcelonesa y catalana. Se trata de una persona de unos 50 años, que viaja en pareja y con un poder adquisitivo elevado (un salario de 70.000 euros de media).
Conviene destacar que hay dos tipos de cruceristas: los excursionistas, que pasan una media de 4,3 horas en la ciudad (57,5% del total); y los que hacen una estancia más larga en Barcelona con 2,6 noches de media (23,9%). La principal diferencia entre los primeros y los segundos son el dinero que dejan en la ciudad. Mientras que los excursionistas gastan una media de 53 euros, los que hacen al menos una noche en Barcelona llegan hasta los 202 euros de gasto. Según los responsables del estudio, este hecho explica la importancia de que Barcelona se establezca como un referente de los puertos base, ya que el impacto económico es superior.
Crítica sutil de Gala Pin
La concejal de Ciutat Vella, Gala Pin, ha asegurado que desde el Ajuntament de Barcelona pretenden impulsar un turismo sostenible para que éste reanime a los barceloneses, y ha dejado entrever que los cruceros no son el modelo turístico que defiende el gobierno de Barcelona en Comú. “No matemos a la gallina de los huevos de oro”, ha afirmado Pin en referencia al sector turístico, que quiere calidad para los turistas, pero sobre todo para los vecinos de Ciutat Vella. Sobre los barceloneses, en una metáfora kafkiana, ha deseado que no se conviertan en escarabajos con la cantidad de turistas que se concentran especialmente en el centro de Barcelona.
Reivindicaciones de los vecinos
Un grupo reducido de activistas de la Assemblea de Barris per a un Turisme Sostenible han reivindicado en el exterior de la Casa Llotja de Mar, donde se presentaba el estudio, la reducción de los cruceros turísticos porque, según esta asociación, provocan contaminación y gastos importantes de limpieza para el Ajuntament de Barcelona. Todo bajo el lema Stop Creuers.