La crisis mundial de materias primas y la consiguiente subida de los precios ya es una realidad. Sin embargo, según ha explicado el economista Santiago Niño Becerra, habrá un momento en el que todas estas dificultades "se dispararán exponencialmente".
Para él - tal como ha indicado en una publicación a su perfil de Twitter - el punto clave está en "el suministro de recambios" en las fábricas, un hecho que supondría, de nuevo, una caída de la oferta y una inflación provocada por la demanda que no se puede satisfacer.
En una entrevista al programa Versión RAC1 el economista ha dado más detalles sobre la cuestión. El incremento del coste global está relacionada con el exceso de dinero que hay en el mundo, que empezó con las inyecciones para impulsar la recuperación económica después de la pandemia de la covid-19. Todo ello "genera más capacitado de especulación," ha advertido.
Si bien es cierto que los primeros productos y servicios afectados serían "la vivienda, la alimentación, la ropa, el calzado y la energía" - los más sencillos y habituales para especular - también hay materiales como el cobre y el hierro "que son muy fáciles de utilizar como bienes de inversión", y, por lo tanto, también podrían ser utilizados de la misma manera.
El riesgo de la inflación
Todavía nos quedan meses, según su vaticinio, hasta que no se detenga la subida de precios. En el caso de la alimentación, "durará hasta mediados del año que viene". Ahora bien, hay un elemento que se tiene que tener muy en cuenta: si no se controla la inflación, hay riesgo de caer en un "caos mundial".
¿Qué está pasando y cuál es la amenaza real?
Tanto la falta materias primas como los problemas en el transporte de contenedores, principalmente los que vienen de Asia, han creado alarma entre los comerciantes catalanes, que ya notan la falta de algunos productos y temen que el problema aumente por el Black Friday y la campaña de Navidad, con más escasez de artículos y subida de precios.
La falta de productos es provocada mayoritariamente por la crisis de transporte de mercancías. En los últimos meses se ha pasado de pagar unos 2.000 dólares por contenedor a unos 14.000, ya que hay un incremento muy fuerte de la demanda, y dado que China no importa y sólo exporta, los contenedores no vuelven en el país y cada vez hay menos. Además, el sector del transporte se ha convertido en un oligopolio, donde hay muy pocas empresas que controlan las grandes rutas y, por lo tanto, juegan con los precios.
Por eso, como el precio de llevar las materias primas sube, también sube el precio de aquello que nosotros consumimos.