La dirección de la compañía multinacional de automoción Delphi ha comunicado a los sindicatos su intención de cerrar a finales de año la planta de Sant Cugat del Vallès, en la que trabajan en torno a 540 personas.
El presidente del comité de empresa, José Antonio Morán, ha destacado que la decisión tomada responde al "alto coste" de la planta vallesana y a la rebaja del precio de las bombas de inyección diésel, que además de ser el único producto fabricado en Sant Cugat, tienen un target principalmente reducido a Mercedes.
Los precedentes
A finales de 2013, Delphi ya presentó un ERE en su planta de Sant Cugat que tuvo grandes repercusiones para sus empleados. En total, 126 afectados con 31 salidas forzosas, 36 prejubilaciones y 59 bajas voluntarias.
Llamada al diálogo
Morán ha afirmado que la planta está "capacitada" para acoger la producción de otros componentes de automoción de la multinacional, pero sin embargo, la decisión parece estar asociada a una "estrategia industrial" de deslocalización de la producción a la planta de Rumanía.
Morán lo tiene claro y asegura que "la planta tiene capacidad para seguir produciendo y nos oponemos a un ERE de cierre de la misma; por lo tanto, nos sentaremos en la mesa de negociación para buscar alternativas para garantizar la continuidad de las instalaciones y de los empleos". De momento, el comité de empresa ya ha convocado asambleas informativas para plantear posibles movilizaciones.
Ante esta situación, los sindicatos también han querido movilizarse en su llamamiento al diálogo. Concretamente, CCOO ha exigido a la multinacional que recule en su propósito y abra un proceso de negociación a la búsqueda de una alternativa que garantice la continuidad de las instalaciones y de sus empleados.
El Ayuntamiento, al rescate
La alcaldesa de Sant Cugat, Mercè Conesa, ha mostrado todo su apoyo afirmando que el Ayuntamiento se implicará para intentar reindustrializar la planta de Delphi con la llegada de una nueva empresa que se quiera hacer cargo y evitar así perder los puestos de trabajo.
"Es una muy mala noticia para los empleados y toda la ciudad. El Ayuntamiento está al lado de los trabajadores y haremos todo lo que esté en nuestras manos para ayudarles y entre todos encontrar una solución que asegure los puestos de trabajo", ha asegurado Conesa.
Después de pedir una reunión con el comité de empresa y la dirección de la planta para plantear la posibilidad de iniciar un proceso de reindustrialización, la alcaldesa ha pedido al Ayuntamiento que se involucre en la alternativa de buscar inversor. El Ayuntamiento, secundado por la Generalitat, al rescate de sus conciudadanos.
La Generalitat, también al rescate
La Generalitat de Catalunya también ha querido mostrar su apoyo a los trabajadores, garantizando que seguirá trabajando para que la decisión tomada afecte lo menos posible a la economía territorial y a las personas implicadas. En ese sentido, el Departament de Empresa i Coneixement seguirá trabajando con la propia empresa, los representantes de los trabajadores y las administraciones para "buscar fórmulas de reindustrialización" de las instalaciones.