Los trabajadores de Twitter no son los únicos que sufrirán las nuevas condiciones laborales a la baja o acabarán en el paro directamente. El nombramiento de Elon Musk como propietario de esta red social no es la razón de fondo. Así pues, Mark Zuckerberg con Meta, es decir Facebook, Whatsapp o Instagram, y Jezz Bezos con Amazon también anuncian recortes históricos.
Si nos fijamos, entre los tres, han perdido 316.000 millones en el último año, es decir, prácticamente la mitad de sus fortunas, en concreto el 47%. Si las sumamos todas, llegan hasta los 655.000 millones de euros y la caída la han experimentado desde noviembre del 2021 hasta llegar al ahora.
Una crisis sin precedentes
Cómo se reparten las pérdidas es bastante desigual, pero ninguno de ellos quiere perder. Las fortunas tecnológicas están viviendo una auténtica crisis. Por una parte, Musk y Bezos han perdido un 41% de su patrimonio en la bolsa. Si nos fijamos en cifras absolutas, queda de la siguiente manera: Twitter ha perdido 141.000 millones de euros, Amazon 81.000 millones y Meta otros 88.000 millones. Para recuperar todo aquello perdido, necesitarían, para hacernos una idea, una cuarta parte del PIB español actual.
Pero no son los únicos. En esta caída también se tiene que incluir Google, con una pérdida de 49.000 millones; Microsoft con 42.000 más; Oracle con 25.000 millones de dólares menos, entre otros. El que sale beneficiado de todo es Apple. A modo de ejemplo, cerró la última sesión del Nasdaq con una capitalización de mercado de 2,31 billones de dólares. Mientras que Alphabet, Amazon y Meta valieron un conjunto de 2,3 billones de dólares juntas. La caída de Meta ayudó a impulsar este bajo rendimiento. La Gran Manzana, sin embargo, es la ganadora.
La respuesta no se ha hecho esperar. A modo de ejemplo, Meta se muestra optimista a pesar del escenario actual. El número de usuarios bajó por primera vez en febrero, las existencias tecnológicas también están a la baja, el gasto en publicidad digital ha bajado en todos los sentidos y, para rematar, Zuckerberg ha estado invirtiendo miles de millones en sus sueños del metaverso que no acaban de cuajar. Las acciones de Meta aumentaron un 25% después de sus resultados trimestrales más recientes, y el entorno macroeconómico no parece que sea más brillante, pero todavía podría llegar antes de que el Metaverse se materialice.
A pesar de todo, en un último comunicado, Zuckerberg ha querido dar la vuelta: "Somos optimistas, pese a las expectativas sobre los ingresos, los anuncios que llegan con debilidad y las pérdidas de inversión al metaverso. Creemos que la volatilidad del mercado y la presión inflacionista afectaron duramente a Meta. No obstante, creemos que el retroceso ha hecho que la valoración de Meta sea muy atractiva por su posición en el sector. Sus acciones ofrecen un punto de entrada atractivo para los inversores a largo plazo".
El modelo publicitario
Así pues, las razones son diversas, pero la que más pesa es la conversión hacia un nuevo modelo de negocio, sobre todo centrado en la publicidad. El débil gasto en publicidad no sólo ha afectado a Meta, sino que también a su competencia. YouTube de Google vio una disminución de sus ingresos publicitarios, así como Snapchat con resultados que decepcionaron a los inversores.
A la contra, esperan revertir la situación gracias al dominio de la base de datos y una cifra de usuarios que sigue creciendo y liderando. Meta todavía conserva una gran base de clientes con casi 3 billones de personas activas diarias en todas sus plataformas, un máximo histórico durante los últimos dos años.
Consecuencias fuera del ámbito tecnológico
A partir de aquí, hay que analizar las consecuencias que los expertos ya pronostican que afectarán, no sólo en el ámbito tecnológico, sino en el mercado laboral en general. Hasta noviembre, ha habido más despidos tecnológicos que en cualquier otro mes de este año, con más de 21.000 empleados que han perdido el trabajo en 46 empresas tecnológicas diferentes, según Roger Lee, fundador de Layoffs.fyi, un sitio web que hace un seguimiento de los despidos tecnológicos.
Los expertos económicos advierten que un volumen tan elevado de despidos podría ser una mala noticia para otras industrias, ya que indica hasta qué punto el actual ataque de inflación y las altas tasas de interés están exprimiendo las empresas, aunque el escenario actual de empleo para otras industrias es relativamente fuerte. "Hemos visto un aumento de los despidos en las últimas semanas porque es obvio que la Reserva Federal de los Estados Unidos tendrá que seguir aumentando los tipos de interés durante más tiempo de lo que se esperaba inicialmente", admite Lee en declaraciones al Time. "Eso significa que no hay ningún final a la vista de la actual recesión de los mercados y de la economía, de manera que las empresas tecnológicas están ajustando su plantilla en consecuencia".
Aunque las empresas tecnológicas vieron unos beneficios crecientes durante la pandemia, Silicon Valley no ha podido recuperar este éxito en el clima económico actual. El motivo principal: los anunciantes digitales están reduciendo el gasto en medio de la inflación más alta de los últimos 40 años, limitando la cantidad que los consumidores pueden comprar. Aunque el informe de ocupación de la semana pasada puso el acento a los más de 261.000 nuevos puestos de trabajo añadidos a la economía de los Estados Unidos en octubre, los recortes de puestos de trabajo dentro de la industria tecnológica son especialmente alarmantes para los economistas. A menudo, la industria tecnológica es el indicador principal de lo que pasará después. Y con las tendencias macroeconómicas en este momento, definitivamente podríamos ver un desbordamiento en otras industrias.
El caso Amazon
De los grandes gigantes tecnológicos mencionados anteriormente, el último en concretar datos y despidos es Amazon. El viernes anunció que prepara una serie de medidas para reducir costes, que puede afectar negocios como el de Alexa o departamentos que la compañía no considera rentables, y que se suman a las ya anunciadas por gigantes tecnológicos norteamericanos, como Meta o Twitter, aunque en este caso sin comportar de momento despidos.
Según publica The Wall Street Journal, Amazon ha anunciado a los empleados de sus divisiones no rentables que busquen trabajo en otros departamentos de la empresa porque los equipos en que estaban trabajando están siendo suspendidos o cerrados. Paralelamente, está evaluando introducir cambios a su negocio Alexa, después de que la unidad de dispositivos, que incluye este asistente de voz, registrara en años recientes pérdidas operativas de unos 5.000 millones de dólares, según este medio de comunicación.
Por su parte, Musk, que la semana pasada dijo que la compañía perdía cuatro millones de dólares diarios y después admitió que va vendió 19,5 millones de acciones (por casi 4.000 millones de dólares) de su empresa Tesla de automóviles eléctricos para salvar Twitter, ya no parece tan seguro de poder conseguirlo. Si primero envió un mensaje a todos los empleados reconociendo que "el panorama económico es alarmante", posteriormente les dijo que la compañía necesitaba con urgencia convencer a los usuarios para pagar los 8 dólares de que se requieren por cuentas verificadas, una idea muy controvertida y que genera polémica en la propia red.
Los anunciantes, por su parte, no acaban de ver claro los planes de Musk y han sido diversos, entre ellos General Motors o Volkswagen, los que por prudencia han retirado su publicidad de la red hasta tener una idea del futuro de la plataforma. Musk compró Twitter por unos 44.000 millones de dólares, aunque los métodos de la financiación de la adquisición no se han hecho públicos. La complicaciones hacen entrar, incluso, a los mismos políticos. La opacidad de la operación provocó que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, abriera la puerta a una investigación para saber si Arabia Saudí ha participado en la adquisición de Twitter.