El Banco de España estima que la economía española va a finalizar el ejercicio 2017 con un crecimiento del 3,1%, dos décimas menos que el año anterior, tras avanzar otro 0,8% en el cuarto trimestre, lo mismo que en el trimestre anterior, gracias al fortalecimiento de los mercados de exportación, que habría contrarrestado los efectos derivados del aumento de la incertidumbre relacionado con la situación política en Catalunya.
Según el informe trimestral de la economía española del organismo supervisor, estos efectos adversos se habrían concentrado especialmente en Catalunya. Desde el punto de vista de los componentes de demanda, el impacto negativo de la incertidumbre se habría manifestado sobre todo en el gasto privado interno y en las exportaciones turísticas.
"Los datos referidos al comercio de bienes apuntan a que la contribución de la demanda exterior neta al crecimiento del PIB habría sido positiva", destaca el Banco de España, que calcula que la contribución de la demanda nacional habría sido del 0,6% en el cuarto trimestre, dos décimas menos, mientras que la de la demanda exterior habría sido del 0,1%.
El Banco de España atribuye la ralentización económica de Catalunya al "peor comportamiento" de los indicadores de empleo, turismo y mercado de la vivienda, entre otros, con respecto a lo observado en la media del conjunto de las comunidades, especialmente, en las de mayor peso económico".
En el último informe trimestral de la economía española, la autoridad monetaria indica que a pesar de este menor crecimiento del PIB catalán, los últimos datos disponibles van confirmando que el impacto de la crisis catalana en el conjunto de la economía española se limitará, según su escenario "más benigno", a una pérdida acumulada de tres décimas hasta finales del 2019.
Dos décimas menos
Con estos datos del cuarto trimestre, el Banco de España calcula que la economía española registrará un crecimiento del 3,1% este año, en línea con la previsión oficial del Gobierno, lo que supone dos décimas menos que el año pasado.
La demanda nacional aportará un 2,6% al PIB, mientras que la demanda exterior el 0,5% restante, en tanto que el empleo registrará un alza del 2,9% en el conjunto del ejercicio, una décima menos que en 2016, en tanto que el IPC presentará una media del 2%, frente al -0,2% del año pasado.
El alza del 2,4% del PIB previsto para el próximo año se sitúa una décima por encima de la estimación realizada por el Gobierno, que rebajó del 2,6% al 2,3% su previsión para 2018 al calcular un impacto de 5.000 millones por la cuestión catalana, si bien ya ha anunciado que es posible que eleve esta previsión al 2,8% o el 3% si se calma la tensión política.