A poco más de una semana para tener el pleno de la nueva Cambra de Comerç de Barcelona configurado, la candidatura ganadora, Eines de País (ANC), ya tiene unas líneas prioritarias que, aseguran, "pondremos en marcha tan deprisa como podamos". De entrada, la primera reunión la celebraron ayer por la noche; un encuentro con los 40 candidatos -los que salieron elegidos y los que no- para tomar decisiones sobre el Comité Ejecutivo cameral y plantear quién se postula para alguna posición de peso, como la presidencia, vicepresidencias, tesorero o vocales.

Al mismo tiempo, "ya hemos creado un equipo negociador para hablar con otras candidaturas y valorar si alguno de sus candidatos lo pone en el Consejo Ejecutivo o tienen alguna representación en algún área", explica Canadell, y todo apunta que alguna silla podría ir destinada en miembros del equipo de Enric Crous, la lista más próxima a Eines y la que habría ganado si la ANC no se hubiera presentado.

La confirmación de quien ocupará cada cargo finalmente, no la sabremos hasta el próximo miércoles 22 de mayo, cuando la lista se volverá a reunir para votar a los candidatos que se postulan. Hasta el momento, aunque desde Eines de País no quieren adelantar ningún nombre, los que más suenan para ocupar la presidencia son el de Pere Barrios, Mònica Roca y Joan Canadell.

Aparte de marcar la jerarquía del equipo y conformar el Comité y el Consejo, desde Eines de País tienen un programa marcado, con ciertas prioridades para "salir adelante desde el día uno", explican. Su programa se clasifica en cuatro ejes primordiales: Compromiso de país, Compromiso de representación, Compromiso de buen gobierno y Compromiso de transformación. Con respecto al primero, desde El Nacional ya adelantamos la condición sine qua non que los independentistas planteaban durante la campaña en caso que hubieran de pactar con alguna otra lista: las consultas a la base empresarial, dirigidas, principalmente, en el camino hacia la República.

Soberanía fiscal y República

La Cámara "como estructura de Estado" que plantea Eines de País pasa por implementar un sistema de consultas a todo el mundo que forma parte de la institución, e "introducir una unidad de acción democrática y útil para el empresariado". "Es la cuestión más urgente", asegura Canadell. La idea es llevar a cabo consultas periódicas sobre varios ámbitos, pero hay dos específicas que están del todo claras: el apoyo a la República y la soberanía fiscal. "Queremos saber si los empresarios están de acuerdo en qué la Cámara dé apoyo al Govern en el camino hacia la República", explican, y en caso que salga que sí, "nos dispondremos a colaborar como Cámara en todo aquello que sea necesario".

Al mismo tiempo, "preguntaremos si están de acuerdo en hacer soberanía fiscal, y si sale que sí, eso ente mujer fuerza para hacer muchas cosas", explican. ¿Un ejemplo? "Si vuelve a haber un día clave como el 1-O, ya tenemos muy ganado con estos recursos", aseguran. Además de estas, que son una parte "indiscutible" de su programa, la intención de los independentistas es "incrustar este sistema refrendario para muchas otras cuestiones, siguiendo los valores republicanos."

La candidata Mònica Roca también lo explicaba en una de las últimas presentaciones: "Se tiene que hacer una Cámara al servicio de la República y tiene que estar preparada por la desconexión. Pensamos que puede tener un papel de paraguas para proteger nuestras empresas". Según Roca, "el empresariado catalán es independentista, pero entendemos que hay un cierto miedo a manifestarlo públicamente, y la Cámara puede ser quien proteja al empresario, recaudando impuestos, por ejemplo", en el sentido de la tanto mencionada "fuga de sedes", que según estos empresarios, la Cámara tendría que haber protegido.

No depender de las sillas de plata

Una de las primeras cosas que se propone la nueva Cámara es solucionar el método de financiación para "dejar de depender de las 14 sillas de plata". Las 14 empresas de mayor aportación económica a la Cámara tienen un sitio asegurado al pleno ejecutivo. Hay quien considera que eso "carece de democracia", y otros que lo defienden diciendo que "gracias a la aportación de estas empresas se puede sostener la entidad". Para tener silla al pleno, cada una de estas compañías tiene que aportar un mínimo de 75.000 euros anuales a la Cámara.

Desde la candidatura independentista se ha criticado mucho el hecho que estas empresas tengan voz y voto sólo por el hecho de pagar, ya que "no las ha escogido nadie", pero preguntados por si la idea es eliminarlas, Joan Canadell explica a ElNacional.cat que "con estas 14 empresas hay un compromiso y un aval bancario y no pueden dejar la silla antes de un año si no cambia la ley". Estas empresas de mayor aportación económica son, por orden, CaixaBank, Criteria Caixa, Naturgy, Abertis, Agbar, Banco Sabadell, Banco Mediolanum, Indra, Deloitte, PwC, Hotels Catalonia, Damm, RACC y Magma Diseño.

En este sentido, Canadell asegura que "desde el primer día trabajaremos para conseguir financiación y para que no sean necesarias estas 14 empresas". Con todo, sin embargo, declara: "De momento no se plantea poner la cuota obligatoria, pero puede ser una cosa que pongamos a votación y que sean los empresarios ―todos los que forman parte de la Cambra― que decidan si quieren pagar o no".

La iniciativa de reducir las "sillas pagadas" a los plenos camerals es también uno de los requerimientos de la Generalitat. La consellera de Empresa y Conocimiento, Àngels Chacón, aseguró este martes que "reducir a la mínima expresión" estas sillas de pago sería una de las prioridades de la nueva Ley de Cámaras que la conselleria pretende poner en marcha. En este sentido, la consellera dice que la normativa española "condiciona" la regulación pero que "hay que introducir criterios puramente democráticos" en la elección de los plenos.

Un censo "decente"

Una de las grandes críticas que se han hecho a la Cámara durante las elecciones de este año ha sido sobre la "deficiencia del censo cameral". Ciertamente, el censo que se ha utilizado para votar era del 2017, por lo tanto todos aquellos autónomos o empresas creadas después del 2017 no aparecían al censo y no pudieron votar, y además, algunos critican que "hay datos erróneos y está incompleto". "El censo no sabemos cómo lo han hecho y hay un batiburrillo", explican fuentes de Eines de País.

Aunque algunos grupos lo han criticado como una "negligencia de la organización", desde la misma Cámara aseguran que no es que se haya hecho nada mal hecho sino que "por ley, se utiliza el censo del año anterior al de la convocatoria de las elecciones". De esta manera, como la convocatoria de estos últimos comicios se hizo en diciembre del 2018, "se utiliza el censo del cierre del 2017 aunque las elecciones se celebren a mediados del 2019, es un tema de cómo está hecha la ley", explican. Con todo, este argumento no ha convencido al empresariado, y desde Eines de País "ya tenemos un equipo que se está dedicando a actualizar el censo, y como queremos hacer votar muchas cosas, necesitamos un censo decente", explican.

Por último, los grandes ejes del programa cameral del independentismo incluyen también hacer una organización donde los intereses de todas las empresas que conforman el tejido empresarial de Catalunya -microempresas, PYME, grandes empresas, autónomos y cooperativas- estén representadas; fomentar el talento, el cooperativismo y las políticas de empleo y de emprendeduría, en el marco de una economía sostenible y con valores; y crear un nuevo modelo de cámaras más democráticas, en base a la participación, la transparencia, la innovación y la igualdad.