A finales del pasado octubre el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, anunció en una comparecencia en el Congreso de los diputados que la institución revisaría considerablemente a la baja el crecimiento del PIB del Estado para este 2021. Dicho y hecho, este viernes, la institución ha publicado sus proyecciones macroeconómicas para los próximos años y no ha decepcionado. El crecimiento del PIB español para este 2021 es del 4,5% que, efectivamente, supone una rebaja de casi 2 puntos con respecto a las últimas previsiones, que fue del 6,3%.
Eso, de rebote deja en un muy mal lugar en el Gobierno, que prevé que el PIB español suba por encima del 6%, una cifra muy lejana en todos los principales organismos económicos, ya no solo del Banco de España, sino también la OCDE y la Comisión Europea. En definitiva, el gobierno de Pedro Sánchez ha sido demasiado optimista con la recuperación económica después de la Covid.
Este recorte tan drástico se produce después de que el Instituto Nacional de Estadística (INE) revisara a la baja la cifra de crecimiento del PIB del segundo trimestre --desde el 2,8% hasta el 1,1%-- y estimara de manera provisional un aumento del 2% para el tercero. No obstante, el INE no descarta tener que ajustar este último dato al alza el próximo 23 de diciembre, después de constatar una mejora de los indicadores.
Además, el recorte del Banco de España también estaría justificado por el alza de los precios energéticos y por los cuellos de botella en la oferta, a más de por|para el aumento en las cifras de contagios por Covid-19, que estarían ralentizando la evolución de algunos indicadores en el último trimestre del año, y por los retrasos en la implementación de los proyectos asociados al programa 'Next Generation EU', según ha destacado el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce.
Las proyecciones de crecimiento económico no es lo único que ha dado a conocer hoy el Banco de España. Además, también han publicado sus previsiones por el que hace en paro y al IPC con optimismo, o pesimismo, desigual. Por el que hace al paro, España cerrará en el 2021 con una tasa del 15%, una cifra un pelo más optimista que el verano pasado cuando era del 15,1%. Con respecto al IPC, y sabiendo de la crisis energética mundial, la institución considera que cerrará el año al 3%, precisamente por culpa de la energía y los alimentos, ya que sin estos dos elementos la inflación sería del 0,5%.
Vuelta a los niveles prepandemia
No obstante, las perspectivas del organismo además a medio plazo mejoran notablemente y prevé que España reanude los niveles de PIB precrisis cabe al inicio de 2023. En concreto, para este año el organismo prevé un crecimiento del 3,9%, lo cual supone 1,9 puntos más con respecto a las estimaciones anteriores, mientras que para 2024 prevé un crecimiento de la economía del 1,8%.
Según detalla el Banco de España, esta revisión al alza de 2023 se explica por la reversión de los efectos de las alteraciones de oferta y por el diferente impacto temporal asumido para la ejecución de los proyectos vinculados al programa 'Next Generation EU'. Así, bajo la trayectoria proyectada, el momento en que el producto de la economía recuperaría su nivel previo a la pandemia se situaría entre finales de 2022 y comienzos de 2023, según las estimaciones del organismo.
Suben los ingresos y baja la deuda
De su lado, el organismo mejora sus estimaciones de ingresos y gastos para este año, ya que el déficit público quedará en 2021 en el 7,5% del PIB, enfrente del 7,6% previamente estimado, aunque las empeora ligeramente para 2022 y 2023, con tasas del 4,8% y el 4%, respectivamente.
En cambio, ha elevado sus estimaciones para la deuda en 2021 y 2022, después de situarla ahora en el 120,4% en 2021, enfrente del 117,9% previsto anteriormente y en el 115,7% en 2022, enfrente del 114,3% anticipado previamente. Eso sí, de cara a 2023 mejora la tasa del 114,3% al 113,7% y en 2024 la sitúa en el 113,5%. En cuanto al IAPC excluidos los componentes de energía y de alimentos, prevé que se sitúe en el 0,5% en 2021, el 1,8% en 2022 y el 1,4% en 2023. En términos de la inflación general, esta tasa sería del 3% en 2021, del 3,7% en 2022 y 1,2% en 2023.
La pandemia seguirá siendo un riesgo
El escenario central de actividad económica de estas proyecciones está sometido a unos ciertos riesgos a la baja, avisa al Banco de España. En primer lugar, la posibilidad de que se produzca un nuevo agravamiento de la Covid, que podría requerir la reintroducción de medidas de contención más severas. Sobre este asunto, el organismo señala que las consecuencias de la aparición reciente de la variante ómicron son, en estos momentos, "enormemente inciertas". También ve riesgo en la prolongación del periodo de alteraciones en la oferta global y de precios elevados de la energía y de otros productos intermedios, así como un mayor grado de translación de los incrementos de costes a los precios finales y a los costes salariales.
Otros elementos de incertidumbre están asociados al ritmo de absorción de los recursos de los Next Generation, de esta manera como al destino que los consumidores puedan dar a la bolsa de ahorro acumulada, a la recuperación del turismo extranjero o a los posibles daños en el tejido empresarial.