Un mes después del levantamiento de las barreras de los peajes en la AP-7, el Gobierno ha adjudicado los contratos para retirar las cabinas de peaje de los tramos de Girona y Barcelona. Estos dos contratos forman parte de un paquete del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para la conservación y explotación del AP-2 y AP-7 en Aragón y Catalunya, así como sus elementos funcionales y otros servicios públicos y obras relacionadas con estos servicios por un importe de 68,2 millones de euros.
La duración de cada contrato es de dos años, con una posibilidad de prórroga de tres años y dentro de las actuaciones a realizar, se incluyen en estos contratos las de desmantelamiento de las playas de peaje y adecuación de las calzadas en el nuevo modelo de explotación.
Esta adjudicación afectará al tramo de la AP-7 en la demarcación de Barcelona, con un gasto total de 32,8 millones de euros. En la demarcación de Girona, los contratos afectarán al tramo de la AP-7 de La Jonquera en Vidreres y supondrán un gasto de 21,8 millones de euros.
Las autopistas de peaje AP-2 Zaragoza – El Vendrell y AP-7 Tarragona – La Jonquera suman 477 kilómetros en Catalunya y Aragón. Después del fin de las concesiones, el Ministerio de Transportes pasará a gestionarlas directamente a través del programa de conservación y explotación de carreteras.
Exigencias del Govern
La adjudicación de estos contratos para explotar y conservar la AP-7 llegan después de que la semana pasada el vicepresidente y conseller de Polítiques Digitals i Territori del Govern, Jordi Puigneró, exigiera al Estado, precisamente, que planifique ya el desmantelamiento de las cabinas de peaje en desuso de la AP-7 y el AP-2.
En una visita a Mollet del Vallès por el inicio de las obras de retirada del peaje, Puigneró, aseguró que el Gobierno no sabe "ni siquiera" cuándo el Gobierno "iniciará el proceso de licitación" para iniciar la retirada de los peajes. En este sentido, el vicepresidente ha apremiado a Raquel Sánchez, la ministra competente, a iniciar los trámites para garantizar la seguridad y la fluidez en estas vías de alta ocupación.
Las cabinas serán historia en la C-32 y C-33
El 1 de septiembre también se levantaron las barreras de los peajes de la C-32 y C-33, propiedad de la Generalitat, pero su situación es diferente porque ya hace varias semanas que empezaron las obras en las cabinas de los peajes, que serán historia en pocos días. Las primeras a ser retiradas serán las de los peajes de Vilassar, Arenys, Santa Susanna y Mollet.
De hecho, según informó la Generalitat, todas las cabinas de los peajes de la Generalitat de los carriles centrales de la C-32 y C-33 desaparecerán a finales del próximo mes de octubre. En este tiempo se tendrán que retirar las 18 cabinas del peaje de Mollet (C-33) y las 70 que suma la C-32 Norte a lo largo del Maresme, 26 en Santa Susanna, 14 en Vilassar y 30 en Arenys. Los trabajos de desmontaje están incluidos en el contrato de mantenimiento de las autopistas, de 8,4 millones de euros.