Las cabinas de los peajes de la C-32 Norte y C-33 serán historia en pocos días y es que hoy han empezado las obras de demolición de los peajes de Vilassar, Arenys, Santa Susanna y Mollet después de que la concesión acabara el pasado 31 de agosto.
Las primeras cabinas que serán demolidas será las de los carriles centrales de la autopista, y una vez acaben será el turno de las cabinas laterales y se trabajará día y noche para que las obras duren el mínimo posible. Desde el Govern calculan que el primer peaje a desaparecer por completo será el de Vilassar, a finales de esta misma semana.
La totalidad de los peajes en las autopistas de la Generalitat, según informó el Departament de Vicepresidència i de Polítiques Digitals i Territori se retirarán todas las cabinas de peaje de los carriles centrales de las autopistas C-32 y C-33 a finales del próximo mes de octubre.
Los trabajos se alargarán hasta finales de octubre y en este tiempo se tendrán que retirar las 18 cabinas del peaje de Mollet (C-33) y las 70 que suma la C-32 Norte a lo largo del Maresme, 26 en Santa Susanna, 14 en Vilassar y 30 en Arenys. Los trabajos de desmontaje están incluidos en el contrato de mantenimiento de las autopistas, de 8,4 millones de euros.
El calendario del Gobierno
Otra historia muy diferente será el desmontaje de las cabinas de peaje del AP-2 y la AP-7, ya que el Gobierno no prevé acabar las tareas hasta el mes de febrero del año que viene. De hecho, ya hay voces dentro del Gobierno que han criticado esta demora de seis meses.
El primero a subir la voz fue el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, a través de su cuenta de Twitter, donde cargó contra el Ministerio asegurando que "es injustificable que el Estado se plantee un horizonte de 6 meses para retirar las estructuras de peaje que generan atascos en la AP-7" y reclamó que hagan como el Govern y empiecen ya las tareas.
Carriles adicionales para evitar retenciones
La retirada de los peajes provocó un gran aumento del tráfico en las autopistas catalanas que se tradujo en grandes retenciones. Con el fin de evitarlas, el Servei Català de Trànsit optó por prohibir que los camiones circulen por la AP-7 los domingos por la tarde durante el mes de septiembre.
Una vez abolidas las barreras y el pago, el tráfico ha aumentado considerablemente. Muchos coches que antes utilizaban vías alternativas ahora se incorporan a la autopista. Además, la vuelta de la normalidad postcovid ha hecho crecer también la movilidad.
De hecho, el director del Servicio Catalán de Tráfico, Ramon Lamiel, también explicó que habría carriles adicionales y se abrirían más viales a los peajes. Concretamente, explicó que habrá 11 viales abiertos al antiguo peaje de la Roca de Vallès dirección Barcelona y 8 viales en Martorell dirección Barcelona para mejorar la circulación, aunque el director del Servicio Catalán de Tráfico ha avisado de que "no se pueden abrir demasiado viales porque al salir de los peajes puede haber accidentes".