Este jueves por la noche, de hecho la madrugada del viernes, volverá a reabrir uno de los sectores más castigados por las restricciones que ha traído la pandemia de la Covid a Catalunya, el del ocio nocturno. Lo hará después de acumular más de 700 días de restricciones y 569 de cierre y varias reaperturas fallidas a lo largo de estos dos últimos años y pérdidas por valor de 6.500 millones de euros, según calcula el sector. Desde la principal patronal del sector, la Fecasarm, consideran que los daños ocasionados en el sector durante el último año han estado "evitables", sobre todo porque consideran que si se hubieran adoptado restricciones más "proporcionadas y eficaces" los daños, o las pérdidas, habrían sido muy menores. Precisamente, recuerdan que el grueso de las pérdidas soportadas por el sector se concentran principalmente en el verano de 2020 (1.258 millones), el primero después de la aparición de la covid, y en el cual no pudieron abrir ni un solo día, y en el del año pasado (1.530 millones), en el cual sí que pudieron abrir, pero solo uno más por la llegada de nuevas restricciones.
Con respecto a las restricciones impuestas por parte de las administraciones, el sector coincide en que fueron, y todavía son, totalmente ineficaces y del todo contraproducentes, ya que no solo "no han comportado una mejora de la situación epidemiológica a Catalunya, sino que, por otro lado, han fomentado las fiestas ilegales y los botellones, y en especial durante el verano y la Navidad del año 2021". En este sentido, Joaquim Boadas, secretario general de la Fecasarm, asegura que "se ha podido comprobar la ineficacia de estas restricciones, y así lo hemos acreditado a través de un dictamen pericial aportado a un procedimiento judicial contra la Generalitat: cuanto más intensas han sido las restricciones sobre la restauración y el ocio nocturno más se han disparado en negativo los datos epidemiológicos, dado que con las mismas se ha incentivado la práctica del ocio nocturno ilegal e inseguro, en espacios no controlados ni controlables y sin ninguna medida sanitaria ni de seguridad".
Miedo a la reapertura
De cara a la reapertura esta noche, el sector asegura que la afronta con un cierto punto de miedo recordando cómo han funcionado las últimas reaperturas, ya que la Generalitat ha hecho cerrar o se ha echado atrás en una reapertura prenunciada de un día para el otro en hasta 4 ocasiones, "todo siempre a partir de criterios subjetivos", que según ellos no respondían a la situación epidemiológica ni a unas restricciones preestablecidas. Consideran que siempre han sido "al por mayor y de manera homogénea en el territorio y sin aviso previo, motivo por el cual ahora exigimos a la Generalitat seguridad jurídica y garantías de que eso no volverá a pasar".
En cualquier caso, desde el sector consideran que "fue una decisión del todo contraproducente hacer cerrar los locales el día 23 de diciembre" porque la exigencia del certificado covid en aquel momento estaba funcionando correctamente y era motivo de vacunación para muchos jóvenes. Ahora bien, a pesar de la reapertura, consideran que se tendría que haber hecho de manera progresiva "permitiendo la reapertura de todo el ocio nocturno al 80% hace dos semanas, una semana después al 90% y ahora ya se llegaría al 100%, lo que hubiera provocado una reapertura escalonada de los locales, primero de los pequeños, después de los medianos y finalmente de los grandes".
Plan de rescate
Como llevan exigiendo durante el último año, desde el sector y en especial desde la Fecasarm, vuelven a pedir a la Generalitat que active un plan de rescate específico para el sector con ayudas proporcionales a la severidad y duración de las restricciones, dado que los 60 millones aprobados hasta la fecha solo cubren un 1% de las pérdidas. En este sentido, apuntan que con todas las restricciones impuestas, muchas de las empresas del sector ya no tienen capacidad económica para invertir en modernizar los locales ni para volver a contratar personal calificado que se ha marchado a otras comunidades, ni por contratar artistas de renombre internacional para ofrecer una programación competitiva ante otras destinaciones. Por último, desde el sector también piden que no se criminalice el sector ya que el mismo tiene un trabajo importante para volver a acostumbrar a la gente a llevar la mascarilla mientras no esté consumiendo y en especial en la pista de baile, algo que no han hecho durante 20 meses.