Una de las últimas, y más polémicas, actuaciones del Ayuntamiento de Ada Colau en las calles de Barcelona ha sido la implementación del urbanismo táctico, que ha sido duramente criticado por muchos sectores tanto por parte de los partidos políticos como de la sociedad civil. Aprovechando la celebración del Smart City Expo, la startup sueca Voi ha presentado su visión de la Barcelona del futuro, libre de coches y con una infraestructura adaptada a la micromovilidad, es decir a la circulación de bicicletas y patinetes eléctricos.

Así, Voi ha preparado una simulación del cruce de las calles Córcega y Girona, en el Eixample, para mostrar cómo podría ser la capital catalana si se redujera el espacio para los vehículos particulares en favor de otros medios de transporte más sostenibles. La simulación, diseñada por el estudio de arquitectura JaJa Architect de Estocolmo, muestra cómo una calle central de Barcelona puede ser más amable para las personas en detrimento de los coches privados. De hecho, los datos más recientes de la ciudad, indican que al Eixample entran diariamente unos 360.000 coches particulares. Como se ve en la fotografía, la idea de que propone la compañía va más allá del urbanismo táctico de Colau, que de momento se ha basado en pintar algunas calles de la ciudad y colocar bloques de cemento.

Imagen de la simulación de Voi para unas calles centradas en el peatón en Barcelona - Voi

De hecho, esta propuesta surge del modelo de ciudad de 15 minutos que la compañía sueca quiere promover en las ciudades allí donde opera. Concretamente, se basan en la idea que todos los ciudadanos tengan acceso a sus necesidades de manera rápida y sencilla gracias a la combinación de trayectos a pie, en transporte público y en patinete o bicicleta. Una propuesta que va en línea con el objetivo del Plan de Movilidad Urbana (PMU) 2024 de lo Ayuntamiento de Barcelona, que recomienda que el 81,5% de los desplazamientos sean sostenibles reduciendo los desplazamientos en vehículos privados en un 25,6%.

Apuesta por los patinetes

Los patinetes eléctricos hace tiempo que son otro punto de conflicto en la ciudad de Barcelona. Más allá de la discusión sobre por donde tienen que ir estos vehículos ligeros, que según la normativa está por el carril bici o, en caso no haya, por la calzada, pero nunca por la acera, tenemos otra situación conflictiva, el del 'sharing', o dicho de otra manera, los patinetes de alquiler, como pasa con las motocicletas. Si miramos fuera de Barcelona, hay muchísimas ciudades europeas, y ya españolas, donde esta práctica es una realidad, sin ir más lejos en Sevilla y Málaga, y donde funciona francamente bien, según se desprende de los datos de las empresas que operan.

Una de estas empresas es, precisamente, Voi, que entre años ha conseguido a seis millones de usuarios por toda Europa con 70 millones de viajes. En Sevilla, por ejemplo, tienen 1000 patinetes, unos 85.000 usuarios que ya han recorrido 1,3 millones de km en los más de 500.000 desplazamientos. La demanda es, o como mínimo, parece que fuera de Barcelona se usa este tipo de vehículo de 'sharing', por lo tanto, podríamos decir que más que una cuestión técnica, la inoperancia de este tipo de servicio en Barcelona, y en el resto de Catalunya, parece ser una falta de voluntad política, ya que no son pocas las empresas que tienen un buen modelo para este servicio.

Para contextualizarlo ElNacional.cat también ha preguntado en Voi sobre su modelo de negocio con los patinetes, que ya están presentes en 70 ciudades de 11 países europeos diferentes. En su caso, aseguran que les gustaría poder entrar en un mercado como Barcelona o Madrid, pero que de momento no lo hacen, precisamente, porque la ciudad no ha ofrecido ninguna licencia por este tipo de 'sharing' ni ha abierto ninguna licitación para poder ofrecer el servicio. En este punto aseguran quizás hay un componente de miedo a estos proyectos por conflictos en el pasado.

Una mujer cogiendo un patinete de Voi - Voi

El caso es que el 'sharing' de patinetes ya fue una realidad en Barcelona, sin embargo, la última empresa que operaba a la ciudad, Reby, decidió retirar su flota de la ciudad a finales de febrero de este año, alegando que había poca demanda y que no era a causa del aumento de multas de mal aparcamiento de los vehículos. Cuando se marchó de la ciudad Reby aseguró que esperaría a volver en la ciudad que se convocara un concurso para poder operar, proceso que todavía no ha empezado, ya que desde el consistorio aseguran que se está estudiando la fórmula para lanzar este concurso.

Ante la problemática del aparcamiento, que fue objeto de muchas críticas en la ciudad, Voi ofrece dos soluciones, la primera es instalar paradas, como por ejemplo tenemos las del Bicing, o delimitar unos aparcamientos en el suelo como hecho Sevilla. A pesar de estos dos métodos, además, también aseguran que tienen un método para reducir las infracciones que es hacer una fotografía al vehículo después de aparcarlo, así tienen controlado si el usuario ha hecho bien su trabajo a la hora de aparcarlo. En caso de infracción se pone en marcha un sistema de avisos y sanciones que puede acabar con la expulsión del usuario del servicio.