La victoria del independentismo en las elecciones de la Cambra de Comerç de Barcelona han revolucionado el panorama empresarial catalán y la inquietud en el pleno actual y entre la gran empresa es candente. La lista Eines de País, bajo el paraguas de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), ganó la mayoría absoluta del pleno cameral en unas elecciones sin precedentes. Esta victoria no supone solo la entrada de la política en la Cámara, sino una revolución de clase y la derrota del establishment. ¿Pero qué hubiera pasado si la ANC no se hubiera presentado?
Todavía pendientes de saber los resultados definitivos, que se sabrán mañana lunes por la noche, el mapa actual de las 40 sillas que se escogen por sufragio universal queda de la siguiente manera: Eines de País tiene la mayoría absoluta con 31 sillas, la candidatura de Enric Crous se lleva 5, la del financiero Carles Tusquets, 3, y las mujeres de 50a50, 1. Con todo, todavía quedan 955 votos pendientes de valorar por parte de la Junta Electoral de Cámaras, que pueden cambiar algunas cosas y la Cámara de Miquel Valls no se rinde y busca la manera de dejar la ANC a la oposición.
La estrategia de la lista independentista fue claramente la ganadora, con la sorpresa de que Enric Crous y Carles Tusquets, las candidaturas que parecía que se repartirían el grosor de las sillas y que posicionaban como las favoritas, no han conseguido vencer la capacidad de movilización de la ANC. Con todo, los resultados también dejan vislumbrar que si la ANC no hubiera querido entrar en la institución, sería Enric Crous el gran ganador de estas elecciones, aunque no habría obtenido la mayoría absoluta por si solo.
Con las cifras en la mano, si se eliminan los votos destinados a los candidatos independentistas y se busca el segundo candidato con más votos de cada epígrafe, la lista de Enric Crous y José María Torres habría ganado 26 epígrafes, muy por delante de Carles Tusquets, que se quedaría con 11. La lista de 50a50 y la de Ramon Masià tendrían 1 cada uno, y por último, un independiente ganaría la última.
Con este recuento no se tienen en cuenta los votos de los empresarios que han votado Eines de País y que quizás habrían votado otra candidatura, si bien todo apunta que, en caso que la política no hubiera entrado de manera tan evidente en la Cámara, "la mayoría de los votantes en la ANC habrían apostado por Crous", según apuntan fuentes próximas a la institución, ya que desde un principio se lo tildaba de "más afín al Govern" o, cuando menos, más catalanista que Tusquets.
Al mismo tiempo, en caso de que Crous se hubiera quedado con las 26 sillas, en estas se las sumarían las 6 sillas de la patronal Pimec, que desde un inicio ha dado apoyo a la candidatura del exconsejero delegado de Cacaolat, por lo cual Enric Crous y José María Torres tendrían el apoyo inequívoco de 32 sillas dentro del pleno cameral -de un total de 60-, y por lo tanto contarían con la mayoría absoluta.
Sea como sea, y dada la situación de que la ANC ha salido victoriosa, Crous&Torres todavía podrían sumar alguna silla más a las 5 que tienen ahora, ya que algunos epígrafes sus candidatos han perdido ante la ANC por menos de 10 votos. Con los 955 votos pendientes de validar y decidir si son aptos para entrar al escrutinio final, la batalla por la Cámara sigue presente.