El debate sobre si la política tiene que entrar a las instituciones económicas sigue más vigente que nunca, sobre todo actualmente en el marco de las elecciones en las Cámaras de Comercio, que empezaron este pasado 2 de mayo y acabarán el próximo miércoles 8 de mayo. Varios candidatos en estos comicios camerals -sin precedentes- han criticado la introducción de la agenda política dentro de la Cámara, pero es, contrariamente, el principal objetivo de la candidatura Eines de País, una lista de 40 empresarios independentistas que se presentan al Pleno cameral debajo el paraguas de la ANC y el Círculo Catalán de Negocios (CCN).
En un acto celebrado esta tarde en el Palau Robert de Barcelona, la candidatura de los independentistas ha querido poner en valor "la necesidad de introducir la agenda política dentro de la Cámara" con el fin de hacer "una estructura de Estado". El exdecano del Colegio de Economistas de Catalunya, Joan B. Casas, ha hecho un coloquio repasando la economía catalana y "la voracidad insaciable de Madrid", y ha tildado el Estado "de agente activo al deslocalizar empresas del país". Al mismo tiempo, considera que la Cámara puede ser muy activa para ganar dimensión en las empresas, mejorar las exportaciones y "exigir más compromiso a la sociedad civil".
La Cámara, "estructura de Estado"
Joan Canadell, candidato de Herramientas de País y fundador del CCN, ha explicado que "la sociedad catalana no somos lo bastante conscientes del momento que" estamos "viviendo", y "la Cámara es la única pieza que tenemos ahora que puede recuperar el espíritu económico del país".
Según Canadell, "tenemos que convertir la Cámara en una verdadera estructura de estado, de manera que cuando llegue otro 'momentum' la Cámara esté a la altura. Tener una Cambra de Comerç como estructura de Estado es tanto clavo como tener un gobierno que haga lo que se compromete a hacer".
El candidato por Recam Làser, Pere Barrios, por su parte, ha criticado que "cuando la Cámara habla parece que no haya ningún empresario independentista, y como veis somos muchos". De esta manera, ha reivindicado la representación independentista dentro del pleno, "que como mínimo tendría que ser del 50%".
Una Cámara "preparada por la desconexión"
La necesidad del ente cameral como fundamento para la independencia a la hora de proteger al empresariado es uno de los objetivos de la lista. La candidata Mònica Roca ha aseverado que "se tiene que hacer una Cámara al servicio de la República y tiene que estar preparada por la desconexión. Pensamos que puede tener un papel de paraguas para proteger nuestras empresas".
En este sentido, Roca ha explicado que "el empresariado catalán es independentista, pero entendemos que hay un cierto miedo a manifestarlo públicamente, y la Cámara puede ser quien proteja al empresario, recaudando impuestos, por ejemplo", en el sentido de la tanto mencionada "fuga de sedes", que según estos empresarios, la Cámara tendría que haber protegido.
El candidato Albert Pijoan, por su parte, ha explicado que "el pleno de la Cámara actual está avalado por sólo 700 votos", debido a la poca participación y el pucherazo que se dio a las últimas elecciones -celebradas en el 2010. "Lo que hace que un país prospere es como se organizan sus instituciones; ¿una de estas es la Cámara, y qué tipo de Cambra queremos? Una que sea extractiva -que trabaje para unas élites económicas, extrayendo recursos de la población en beneficio de estos- o que sea inclusiva y que genere incentivos para que todos podamos explotar nuestro talento"?.
Con esta pregunta se ha abierto el debate entre la cincuentena de empresarios presentes en el acto, y se abren también unos días para repensar la importancia de las Cámaras de Comercio, a menudo olvidada por el empresariado, quizás por una repercusión mediática deficiente o quizás por una ejecución coja de su potencial. Con todo, este año parece el año de "revolucionar" la institución. El empresariado tiene tiempo de votar hasta el día 8 de mayo, y decidir cómo quiere que sea y quién gobierne el ente cameral.