"Ataos los cinturones, que empieza el despegue". Con estas palabras ha finalizado su intervención el CEO y director de la GSMA, John Hoffman, en la rueda de prensa de presentación del nuevo contrato del MWC con Barcelona hasta el 2030 como mínimo. Y se dice como mínimo porque una vez se acabe la edición del Mobile del 2030, el contrato se renovará automáticamente si ninguna de las partes dice el contrario, por lo tanto, el congreso mundial de la telefonía móvil se podría quedar en Barcelona de manera indefinida. Durante la intervención, que ha empezado con "¡Qué pasa Barcelona!" retronando por toda la sala donde se celebró el primer MWC en el 2006, Hoffman ha reivindicado la singularidad de la ciudad y su ecosistema emprendedor que ha crecido de la mano del MWC. En esta línea, ha mostrado su significativa felicidad para seguir ligado a Barcelona durante tantos años con una asociación público-privada muy potente qué unas bases muy apuestas que en los últimos dos años, a raíz de la pandemia se han solidificado con todas las administraciones. De hecho, Hoffman ha asegurado que Barcelona es mucho más que una ciudad donde pasa el MWC, si no que es el componente vital del MWC, que no se entendería el congreso sin la ciudad que lo acoge.
Uno de los puntos claves de la rueda de prensa ha sido las aportaciones de las administraciones públicas en la GSMA, organizadora del acontecimiento, para la celebración del MWC. Con la actualización del contrato, la Generalitat, el Gobierno y el Ayuntamiento de Barcelona aportarán un total de 8 millones de euros cada una, 24 en total, a partir de 2025. Hasta ahora las administraciones aportaban un total de 15 millones el año para la celebración del MWC y se ha decidido actualizar por primera vez desde 2012 vistas las cifras y el éxito que se ha recogido en las últimas ediciones. De hecho, desde el 2006 el MWC ha aportado a Barcelona unos 5.400 millones de euros, 267 millones en la edición del pasado febrero, en la que también sumó 7.100 puestos de trabajo. Además, la GSMA ya espera que en febrero de 2023 vengan al MWC entre 70.000 y 80.000 personas.
Por su parte, el vicepresidente del Govern y conseller de Polítiques Digitals, Jordi Puigneró, ha empezado su intervención, como todos los que han intervenido, celebrando la renovación del contrato con el MWC que, ha asegurado, "es muy importante para Catalunya". De hecho, el vicepresidente ha asegurado que tener el MWC en casa, en Catalunya es tan relevante como fue para Frankfurt tener uno de los salones del automóvil más importantes del mundo el siglo pasado, ya que aporta un turismo de alta calidad y valor añadido en la ciudad y coloca Barcelona, y Catalunya, como una marca digital en todo el mundo, tal como ahora hace 30 años lo hicieron los Juegos Olímpicos.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, por su parte ha celebrado la historia de éxito del MWC en Barcelona y remarcando la voluntad de estabilidad del congreso con la capital catalana, ya que esta ya es una referencia tecnológica y científica a nivel no solo europeo sino que también mundial. Y, en esta estrategia el MWC es el gran puntal para lanzar Barcelona a ser una ciudad completamente digitalizada de cara al futuro. Colau también ha querido poner el acento en la relación construida a lo largo de los años entre la ciudad y el MWC que con la covid se ha demostrado que es mucho más fuerte de lo que era. De hecho, el contrato que se ha firmado hoy empezó a ser una realidad minutos después de cancelar la edición del 2020 por culpa de la Covid.
La encargada de clausurar el acto ha sido la vicepresidenta primera y ministra de Economía del Gobierno, Nadia Calviño, que ha mostrado su felicidad por haber cerrado este acuerdo que construye el futuro sobre una base sólida. En este sentido, ha asegurado que el congreso tiene y tendrá todo el apoyo del Ejecutivo, ya que es un acontecimiento que no solo son cuatro días en febrero, sino que dura los 365 días del año. Y, emulando las palabras de Puigneró, ha asegurado que con el MWC se coloca en Barcelona en el mapa digital mundial, un sector que será uno de los grandes motores de crecimiento del siglo XXI. Para acabar y cerrar el acto, la vicepresidenta ha querido citar a uno de los personajes futuristas del siglo, Buzz Lightyear, gritando que el MWC se quedará en Barcelona "¡hasta el 2030 y más allá!".