La empresa barcelonesa Wallbox ha ingresado entre enero y septiembre 112 millones de euros, un 146% más que en el mismo periodo del año anterior, y ha rebajado sus previsiones de crecimiento anual de la facturación hasta los entre 154 y 164 millones de euros. Esta empresa especializada en cargadores de vehículos eléctricos y gestión de energía, que cotiza en la bolsa de Nueva York, ha conseguido este aumento en sus ingresos a través de diferentes vías de negocio, una gran parte en el mercado americano. Por otra parte, Wallbox también ha informado de que en el tercer trimestre ha registrado unas pérdidas operativas de 29,8 millones (lo que resulta en uno acumulado desde enero de 86,4 millones) y un resultado bruto de explotación negativo de 26,9 millones de euros.

La empresa vendió 67.000 cargadores entre julio y septiembre, un 93% más que en el tercer trimestre de 2021, y durante este periodo ha puesto en marcha la fábrica de Arlington (Texas, en los Estados Unidos) y ha obtenido un acuerdo con Fisker para proporcionar cargadores y servicio de instalación a los clientes de su próxima línea de vehículos, y ha ampliado la asociación con Uber en varios mercados europeos. Con todo, ha actualizado a la baja las previsiones de facturación del ejercicio: si en agosto preveía cerrar el ejercicio con ingresos de entre 175 y 195 millones de euros, ahora rebaja esta estimación|estima hasta los entre 154 y 164 millones, lo cual en cualquier caso supondría una tasa de crecimiento anual de entre el 115% y el 130%.

En rueda de prensa, el consejero delegado de la empresa, Enric Asunción, ha señalado que estos resultados se consiguen a pesar de la "tensión en la cadena de suministros" que se da en el ámbito global y que Wallbox ha podido cabecear gracias al hecho de que "lo fabrica todo en casa", ya que produce en sus cuatro fábricas. De hecho, la empresa ha obtenido en el tercer trimestre incrementar en un 535% sus ventas en los Estados Unidos y el Canadá y está ahora expectante de los subsidios que pueda recibir del llamado plan Biden, con el cual la administración norteamericana quiere dar un impulso definitivo al coche eléctrico.

Con todo, Asunción ha reconocido que el valor de la acción está siendo "penalizado" por los inversores, si bien ha indicado que lo mismo sucede con muchas otras empresas tecnológicas, y se ha mostrado convencido de que "si miras a largo plazo, Wallbox es una gran oportunidad, ya que además ha demostrado que ejecuta como diez". Ha recordado que Wallbox prevé tener ebitda positivo en el 2024 y flujo de caja positivo en 2025 y ha subrayado el esfuerzo inversor del último año, en el cual ha puesto en marcha su primera fábrica en los Estados Unidos (octubre) y la segunda en Barcelona (abril)