Endesa destina 17,5 millones de euros a la campaña de verano de protección y mantenimiento de la red eléctrica en los espacios forestales por donde discurre el cableado. Con esta inversión, la compañía asegura que es la primera empresa privada en inversión para la limpieza de bosques tanto a Catalunya como al Estado. Este gasto permite cubrir los 99.187 kilómetros que la firma tiene en Catalunya, un 53% de las cuales aéreas, lo que supone unos 52.696 kilómetros. La novedad de la campaña es que la compañía ha incorporado una desbrozadora teledirigida que ayudará a crear corredores bajo las líneas eléctricas, mejorando la seguridad de las personas que llevan a cabo los trabajos de tala y poda y reduciendo, así, el riesgo de accidente, y que se suma al uso de drones y helicópteros para hacer un seguimiento esmerado del estado de la red. Los aparatos incorporan cámaras térmicas y un sistema con GPS y láser, que aparte de detectar posibles puntos calientes a la infraestructura, permite tener una imagen en tres dimensiones de la evolución del bosque para prever futuras actuaciones en la masa forestal, como la tala de elementos o la poda selectiva en determinados espacios para evitar el contacto con la red.
Escaneo láser de las líneas aéreas
La nueva máquina desbrozadora "permite aumentar la capacidad de actuación de limpieza de manera importante respecto del desbroce manual, pero también evita que los operarios trabajen en situaciones de mayor riesgo de tener un accidente", ha explicado el director de distribución de Endesa en Catalunya, Francesc Alemany. Además, cada tres veranos se hace un escaneo láser de todas las líneas aéreas con tecnología GPS, a través del sistema denominado Light Detection and Renging (LIDAR), que permite medir las distancias entre los cables y la vegetación, y hacer un seguimiento del crecimiento de la masa forestal para prever acciones como la tala. "Se hace uno barrido con láser de las líneas eléctricas, pero también del entorno para hacer una recomposición en 3D, hecho que permite extraer modelos de crecimiento para optimizar la tala en el futuro, así como hacer un control de calidad sobre la tala ya hecha", añade Alemán.
El barrido se hace con el uso de helicópteros, que recorren la red a través del bosque, en esta ocasión el de Sant Celoni (Vallès Oriental). A través de esta tecnología láser y las cámaras térmicas se analiza el estado a tiempo real del cableado para detectar posibles puntos calientes. "Normalmente, no encontramos, pero si hay un punto caliente, actuamos y lo corregimos, y eso quiere decir volver a apretar una conexión que se ha aflojado o rehacer un puente o unos hilos que se han debilitado", explica Alemán. De esta manera se reduce el riesgo que un mal funcionamiento de la red acabe derivando en un incendio, que en la trama forestal puede tener consecuencias graves. Por otra parte, desde 2012, Endesa utiliza drones para hacer más ágiles las inspecciones visuales de la red y de las torres eléctricas. Con cámaras de alta definición, aportan imágenes de puntos elevados, que de hacerlo con personas sería más lento e inseguro. Este año, sin embargo, la lluvia de mayo ha ayudado a tener una previsión positiva de cara al verano. "Hemos tenido previsiones de veranos peores, y con un poco de lluvia en junio quizás podemos tener un verano más tranquilo", añade el responsable de la compañía, que admite que la evolución climática juega en contra de los bosques mediterráneos.