Fin de la historia de la química del Ebro. Después de 118 años en funcionamiento, Ercros ha detenido la actividad de la planta de cloro de Flix, y también la de Vila-Seca, de 47 años de historia, que utilizan tecnología de mercurio. La decisión se tomó después de que la Comisión Europea decidiera prohibir el uso de esta técnica a partir de hoy, 11 de diciembre.
En Flix la compañía cerró ayer domingo lo que fue la primera planta electrolítica de España y la tercera de Europa. En Vila-Seca, el espacio dejó de funcionar el pasado 4 de diciembre.
Cierre acompañado de ERE
Con el cierre, la compañía pone en marcha un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que pretende reubicar o despedir a 66 trabajadores de las dos fábricas. Ercros y los comités de empresa acordaron que el ERE afectará a un total de 105 trabajadores: 43 en Flix, 23 en Vila-Seca y 34 en Cardona, donde la planta dejará de funcionar del todo.
En Flix la planta se quedará con 44 trabajadores. De los 43 a quienes se les aplicará el ERE, se los ofrecerá la opción de trasladarse en otra planta, y se les despedirá si no aceptan el traslado.
Cambio tecnológico en Vila-Seca: nuevas plantas y nuevos objetivos
En Vila-Seca, la empresa tiene como objetivo ampliar la planta de cloro con tecnología de membrana, que funciona desde 1992 y tiene una capacidad productiva de 55.000 toneladas el año. Ercros espera que esta ampliación esté plenamente operativa antes de acabar el año y que aporte un aumento de producción de hasta 120.000 toneladas por año.
En el mismo centro también se ha construido plantas de fabricación de hipoclorito sódico y ácido clorhídrico y de concentración de sosa cáustica. Todo ha tenido un coste inicial de 29 millones.
En Flix en cambio se descartó adaptar la planta a la nueva tecnología de membrana para la producción de cloro aunque se producían 230.000 toneladas anuales, ya que la inversión superaba los 180 millones de euros. Esta decisión creó muchas críticas desde el municipio ya que lo consideran una "deslocalización premeditada" de Ercros y una falta de "responsabilidad social".
La contaminación como legado
A pesar del cierre, la actividad química dejará la contaminación en la Ribera de Ebro, en Flix. Ya se están extrayendo casi un millón de toneladas de barros tóxicos del fondo del pantano, y se están investigando todavía vertederos y nuevos terrenos potencialmente afectados.