Repsol ha alcanzado un acuerdo para vender los últimos activos que le quedaban en Rusia, concretamente a través de las empresas Evrotek-Yugra y ASB GEO a su socio ruso, Gazprom Neft, filial petrolera del gigante gasístico Gazprom, según ha confirmado este miércoles la compañía española.
Se espera que la operación se cierre a lo largo del primer trimestre, ha añadido la compañía, sin proporcionar más detalles sobre el valor de la transacción. "Esta transacción está alineada con el plan estratégico de la compañía presentado en 2020 para optimizar y centrar su cartera de exploración y producción", ha explicado Repsol, que sí mantiene cierta presencia comercial en Rusia.
El diario económico ruso Kommersant adelantó en diciembre pasado que Repsol planeaba abandonar el mercado ruso en sus planes para avanzar hacia la neutralidad de carbono en 2050 y vender sus activos a Gazprom Neft, que se hará ahora con el 100 % de ambas empresas. Según afirmó entonces el rotativo, el precio de los activos petrolíferos vendidos sería "simbólico", tanto de la participación del 68% en Evrotek-Yugra, como la del 50,01% en ASB GEO. La publicación rusa estimó en diciembre en "al menos 300 millones de dólares" (más de 260 millones de euros) las inversiones de la empresa española en los activos rusos.
Repsol, que, según su página web estaba presente en Rusia desde 2010, ha venido dando pasos para vender sus activos en ese país, dentro de la línea que estableció en su Plan Estratégico 2021-2025 de centrar la actividad en las áreas más competitivas.
En mayo llegó a un acuerdo para vender el 49% que tenía en la sociedad conjunta AROG al socio mayoritario de esta, la rusa Alliance Oil, con lo que la petrolera española dejó de producir hidrocarburos en Rusia, aunque se quedó con activos de exploración. Aquellos activos le costaron unos 60 millones de euros.
Beneficios y aumento del dividendo
A falta de los resultados de todo el 2021 que se presentaran en las próximas semanas, Repsol anunció en octubre que en los primeros nueve meses de 2021 obtuvo un beneficio total de 1.939 millones de euros, aumentado así un 32% respecto al resultado obtenido en el mismo periodo de 2019. Además, aprovechó para anunciar que elevaba el dividendo en efectivo en un 5%, hasta los 0,63 euros por acción, y una reducción del capital social de 75 millones de acciones, equivalente al 4,9%.
El resultado neto ajustado hasta setiembre alcanzó los 1.582 millones de euros, una cifra similar a la de 2019. Cabe apuntar que este periodo es en el que comenzó la ejecución del nuevo Plan Estratégico 2021-2025 de la compañía. Las medidas definidas en este nuevo Plan, junto con una gestión orientada a la eficiencia, permitieron a la compañía capturar el máximo valor posible y volver a la senda de los resultados previos a la pandemia, en un contexto en el que se observó una clara recuperación de los precios de las materias primas.