El preacuerdo entre sindicatos, Comisiones Obreras y UGT, y el ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz para sacar adelante el nuevo estatuto del becario se presentará durante la primera quincena de noviembre. Posteriormente, pasará por todos los trámites pertinentes para ser revisado y, finalmente, se pretende que entre en vigor el año que viene. Este nuevo estatuto con carácter de real decreto ha abierto las reticencias de muchos estudiantes, pero también de muchas empresas y el propio rectorado. Si bien es cierto que también ha sido aplaudido por una mayoría de estudiantes, los sindicatos participantes, y servirá para cuantificar el número de contratos de prácticas que hay en el Estado español y no se tienen datos claros de la última década.
Mesa de diálogo social previa
Este nuevo estatuto genera dudas y confusiones hasta que no se llegue a su aplicación. De entrada, los rectores no han formado parte del diálogo social con el gobierno de Pedro Sánchez ya que por ley no tienen que participar. Pero en cambio sí se han reunido los estudiantes con el ministerio y la misma patronal CEOE representante los empresarios. Esta sin embargo, por una cuestión interna, no posicionarán hasta el mes de enero. Así pues, el diálogo social se ha basado principalmente en la opinión de los sindicatos. Un diálogo que forma parte del trámite reglamentario para cambiar la normativa vigente y que se puede hacer con o sin consenso mayoritario. Sin ir más lejos, la reforma laboral del año 2012 se hizo sin escuchar a los actores sociales.
"Fraude en las prácticas"
Si vamos al fondo de la cuestión, ¿cuál es la parte más cuestionada de este nuevo estatuto? Se pretende que pasen a eliminarse las prácticas extracurriculares para evitar el fraude de los becarios. Estas prácticas son aquellas que no están vinculadas en el plan de estudio y afectan, mayoritariamente, al sistema universitario. Este diario ha hablado con Adrià Junyent, Secretario de Juventud de CCOO, y miembro activo de esta mesa: "Hablamos de fraude porque son prácticas no limitadas en el tiempo. La ley sólo dice que a poder ser no se excedan de los seis meses, pero tan sólo hay una recomendación ahora mismo". Así pues, la supresión de este modelo, lo ve como la única alternativa para tenerlo todo en orden: "Con ellas, hasta ahora, se han convertido en la única manera de acceder a las empresas y por el camino, los estudiantes dejan asignaturas y no cierran el ciclo que se merecen".
La alternativa: los contratos formativos
Ahora bien, la crítica que se hace a este nuevo estatuto es que ponen puertas en el campo y se limitará el acceso a tener una buena oportunidad de aprender y entrar en el mundo laboral: "Las empresas, si no pueden hacer tantas prácticas laborales, tendrán que cambiar su manera de hacer". Actualmente ya existe una alternativa para este método: los contratos formativos. Nieves Rabassó, presidenta de la Comisión de Relaciones Laborales y Gestión del Capital Humano del Colegio de Economistas de Catalunya: "Actualmente se han contado más de 5.000 contratos en situación de fraude en los últimos seis años. En Europa eso no se hace y es la misma Unión Europea que nos reclama ponernos al día".
Por su parte, Junyent pone un paralelismo: "Un tiempo atrás, era impensable eliminar el contrato de obra y servicio y se ha conseguido". En este ejemplo, hay que recordar que los famosos fijos discontinuos han ayudado a maquillar los datos de paro, pero esconden la realidad de muchos que los cogen en contrato de pruebas y, por lo tanto, continúan en este contrato de obra y servicio escondido. "Sí, pero en aquellos que se les daba una baja cada verano durante, por ejemplo quince años, ahora ya no tienen que tener esta situación e, incluso, se les ha reconocido la antigüedad", defiende al Secretario de Juventud de este sindicato.
Otros aspectos que contempla este estatuto suprimiendo las prácticas curriculares es que los becarios pasarán a cotizar y se tendrá derecho a un sueldo que nunca esté por debajo del SMI. En paralelo, también se quieren limitar las prácticas no laborales y, más allá de la tipología de becario, todos tendrán derecho a compensar los costes de transporte y comida. Si nos fijamos en los datos más recientes disponibles, los contratos laborales que no cotizan por prácticas fechan del año 2014 y ya se contemplaba que el 75% de ellos eran fraudes al margen de la ley. La economista Rabassó añade: "Se igualarán todos los derechos de un becario con los de un trabajadores, incluido un aspecto tan importante como es la materia en riesgos laborales".
¿Qué dicen los rectores?
Al otro lado, los rectores se oponen totalmente al nuevo estatuto. Este diario ha intentado hablar con ellos, pero se han negado a responder y justifican que todo lo que tenían que decir está resumido en un comunicado emitido el pasado mes de septiembre. La Conferencia de Rectores ha expresado el rechazo al Estatuto del Becario porque creen que perjudicará la formación de los estudiantes y reducirá de manera "significativa" la oferta de prácticas de que ahora disponen. Critica además que no se haya contado con la Crue en el proceso de negociación de Estatuto: "Es imposible justificar que, si el objeto del proyecto normativo mencionado es la regulación de las prácticas académicas (universitarias), todo se esté decidiendo en el marco del Diálogo Social que protagonizan en exclusiva gobierno, sindicatos y patronales". Y añaden: "Esta incomprensible laboralización de una actividad que es pura y esencialmente académica no tiene nada que ver con la mejora de la protección en la Seguridad Social de los estudiantes en prácticas cuándo reciben durante su desarrollo una beca, no un salario, porque si hay salario, es contrato de trabajo y no práctica académica, o con la necesidad de regular adecuadamente el desarrollo de las prácticas para evitar un posible uso incorrecto de las mismas". Respecto de la situación actual, "no se aprecia ninguna ventaja material, salvo el sin sentido de ofrecer prestaciones o subsidios sustitutivos de rentas de trabajo que no existen (incapacidad temporal o maternidad y paternidad, por ejemplo) o la novedad que se atienden en el ámbito de la Seguridad Social situaciones incapacitantes actualmente ya protegidas mediante otros instrumentos".
Junyent responde: "Quiero recordar que el presidente de la Crue es el actual rector de la Universidad Carlos III de Madrid, Juan Romo, representa una institución condenada por tener a 300 falsos becarios, parece que les da miedo tener un registro del fraude". Y Rabassó, desde un punto de vista de la viabilidad de las empresas y el futuro profesional de los jóvenes, concluye: "¿Realmente este tipo de prácticas son la gran puerta de entrada al mercado laboral? No lo creo. Tampoco en el punto de vista empresarial, tendrá un gran impacto. Era un aspecto necesario porque tenemos que proteger a nuestros jóvenes. Después no nos quejemos si se marcha talento de nuestra casa".
Becarios al 20% de las empresas
Otro aspecto a destacar de este nuevo estatuto es que el número de personas en formación práctica no podrá superar el 20% de la plantilla de la empresa y tendrán derecho a compensación de gastos así como a vacaciones y días festivos. Este punto también genera conflictos. "Tengo un amigo que está en una empresa donde hay más becarios que trabajadores. España es un país con 7 millones de pymes, es imposible que inspección de trabajo llegue a todas, pero con este estatuto se puede combatir", matiza el sindicalista Junyent. Además, también se justifica porque si una empresa tiene que dar un servicio de calidad, exceder en este porcentaje de becarios no sería razonable.
¿Qué dicen los estudiantes?
En paralelo a los participantes del diálogo, los mismos estudiantes han sido consultados y la posición no gana por mayoría una u otra. Más allá del sí o no en este nuevo estatuto, lo que reclaman es ir a la raíz del tema y concretar algunos aspectos. A modo de ejemplo, la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP) reivindica una nueva redacción para el Estatuto del Estudiante a Formación Práctica, señalan que el texto actual no profundiza en la calidad formativa de las prácticas ni ofrece soluciones viables a los problemas actuales del estudiante. Y todavía son más tajantes: Este texto, negociado en la Mesa de Diálogo Social sin contar con la participación del estudiante ni la comunidad universitaria, pretende suprimir las prácticas extracurriculares para eliminar el fraude laboral, sin embargo, este cambio supondrá un perjuicio directo al estudiante, que no podrá hacer los suyos prácticas si no es mediante un contrato de formación, gestionada por su propia cuenta en lugar de por la Universidad, como actualmente sucede. El Estatuto plantea una moratoria de 3 años para reformar todos aquellos grados universitarios que no tengan prácticas curriculares en sus planes de estudios, lo cual no garantizará al estudiante que pueda acceder a una formación práctica, a causa de la negativa de las Universidades a reformar los planos estudios y la escasez de oferta de prácticas dignas y de calidad".
Al otro lado, el colectivo Frente Estudiantes aplaude las nuevas medidas, pero todavía pide ir más allá: "Abogamos por la laboralización de todos los tipos de prácticas, curriculares y extracurriculares, a nivel de convenio colectivo. Más allá que el Estatuto del Becario implemente medidas para limitar el fraude, es esta la premisa desde la cual se nos asegura a los estudiantes que no somos fuerza de trabajo gratuita o casi gratuita para los empresarios. Sin esta plena laboralización y equiparación salarial y en derechos no se puede imposibilitar que se exprima la mano de obra estudiantil como mecanismo de amplia ganancia".
Una exigencia de la UE
Más allá de la interpretación de unos y otros, este nuevo estatuto es el previo paso a igualar y poner al día las exigencias que se marcan desde la Comisión Europea. Y cumplir con un doble objetivo de rebote: mejorar la transparencia de los datos en materia de prácticas. Las encuestas y la recopilación de cifras en términos absolutos no se actualizan cada año y, en el ámbito privado especialmente, se desconocen a menudo todos los resultados.