Un grupo de diputados del Parlamento Europeo ha dirigido una carta a los vicepresidentes ejecutivos de la Comisión Europea, Margrethe Vestager y Valdis Dombrovskis, y al comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, en la que manifiestan su preocupación por la politización del despliegue del 5G en la UE y reclaman un mayor peso de la soberanía digital de la Unión.
Esta declaración se produce en un momento en el que países como Alemania y Francia, a través de las voces de sus máximos representantes, Angela Merkel y Emmanuel Macron, están reivindicando la soberanía estratégica de la Unión Europea.
La carta, presentada por 8 eurodiputados (cinco italianos y tres rumanos, pertenecientes a diferentes grupos políticos), recuerda la importancia que conceden la Comisión Europea y sus Estados miembros a la digitalización como uno de los dos pilares clave sobre los que debe construirse la recuperación post-Covid.
Sin embargo, los parlamentarios lamentan que algunos Estados miembros prohíban o piensen prohibir el uso de dispositivos 5G extranjeros alegando riesgos para la seguridad nacional y que, incluso, “presionan a otros para que se unan a su club”. Afirman que estas posiciones “perturbarán las cadenas industriales mundiales, socavarán el ecosistema de la innovación y perjudicarán a los consumidores de la UE”.
Añaden que “cada día que se retrasa el despliegue del 5G, cada día que se excluye a los proveedores como resultado de decisiones arbitrarias, se pierden oportunidades”. Manifiestan la necesidad de un despliegue no politizado y que “Europa no puede permitirse perder años de progreso solo porque algunos hayan decidido jugar a los dardos con el 5G -en muchas ocasiones utilizando argumentos discriminatorios-, que están en flagrante contradicción con nuestros valores comunes, consagrados en el artículo 2 del Tratado”.
La preocupación expresada por los miembros del Parlamento Europeo está en línea con conclusiones de informes de algunas consultoras, como Oxford Economics, que afirma que la restricción de la competencia en el campo del 5G podría provocar una pérdida sobre el PIB del conjunto de los países europeos de entre 12.000 y 85.000 millones de euros hasta 2035, en función del escenario. Por su parte, un informe de la consultora ABI Research expone que excluir a proveedores en el ámbito 5G implicaría un retraso de varios años en su despliegue.
Los europarlamentarios consideran que la lógica proteccionista es perjudicial para la Unión Europea y exponen la necesidad de que Europa, para ser un líder digital, sea capaz de tomar sus propias decisiones, basadas en sus propios intereses, y no de terceros.
El escrito concluye con una petición a la Comisión Europea y a los Ministros de Telecomunicaciones y Comercio de la UE: “Que defiendan los principales principios del Tool Box del 5G, uno de los cuales es la necesidad de que todos los actores de la industria disfruten de condiciones equitativas, sin discriminación basada en su origen (en otras palabras, `racismo tecnológico´), siempre que cumplan con los criterios técnicos basados en hechos”.