La Unión Europea ha llegado a un acuerdo para pasar el invierno dependen menos del gas de Rusia. Este martes por la mañana en una reunión entre los 27 ministros de energía de los Estados miembros, la UE ha pactado reducir el consumo de gas en un 15% entre el 1 de agosto y el 31 de marzo, aunque ha estipulado varias excepciones para Estados con un mix menos dependiente de Rusia, como es el caso, por ejemplo, de España. Ahora bien, este recorte del 15% del gas en un primer momento será completamente voluntario y solo se convertirá en obligatoria si Rusia corta el flujo gas de gas hacia el Viejo Continente y también hace falta apuntar que serán los mismos países los que decidirán como reducir este 15% en el consumo, por lo tanto, veremos cómo habrá 27 estrategias diferentes con el fin de abordar un mismo objetivo.
"No ha sido una misión imposible. Los ministros han conseguido un acuerdo político sobre la reducción de la demanda de gas, de cara al próximo invierno," ha asegurado este martes la presidencia del Consejo de la UE, en manos de la República Checa este semestre. Hay que apuntar que muchos de los titulares europeos, como por ejemplo la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ya se habían mostrado optimistas de cara a cerrar un acuerdo durante su llegada a la reunión del Consejo extraordinario, recalcando sobre todo la importancia de mostrar "unidad" en la UE enfrente del chantaje energético de Moscú.
Según ha informado la misma Comisión Europea en un comunicado de prensa, el objetivo de esta reducción de la demanda de gas es ahorrar antes del invierno para prepararse para posibles interrupciones en el suministro de gas de Rusia asegurando que es un mecanismo que está usando el país eslavo como "arma". En esta línea la Comisión ha asegurado que todos los Estados "harán todo el posible para cumplir con las reducciones", si bien, como ya hemos dicho, habrá varias excepciones con el fin de reflejar las situaciones particulares y garantizar que las reducciones de gas sean efectivas a aumentar la seguridad del suministro en la UE. los estados que podrán acogerse a estas excepciones son aquellos que no están interconectados con las redes de gas de otros estados miembros, como España y Portugal, ya que no podrían liberar volúmenes significativos de gas de cañería en beneficio de otros estados miembros. Además, también lo podrán hacer aquellos Estados que no tengan sincronizadas las redes eléctricas con el sistema eléctrico europeo y, por último, se podrán acoger aquellos países que dependen en gran manera del gas para la producción de electricidad, con el fin de evitar el riesgo de una crisis de suministro eléctrico.
A la hora de escoger las medidas para la reducción, los estados miembros han acordado también que se tendrán que priorizar las medidas que no afecten a los clientes protegidos, es decir los hogares y los servicios esenciales para el funcionamiento de la sociedad, como las entidades críticas, la atención médica y la defensa. Las posibles medidas incluyen también la reducción del consumo de gas en el sector de la electricidad, medidas para fomentar el cambio de combustible en la industria, campañas nacionales de sensibilización, obligaciones específicas para reducir la calefacción y la refrigeración y medidas basadas en el mercado, como subastas entre empresas. Para llegar aquí, los estados miembros tendrán que actualizar sus planes nacionales de emergencia que establecen las medidas de reducción de la demanda que están planeando e informarán periódicamente a la Comisión sobre el avance de sus planes.
Alerta de la UE
Como ya hemos dicho, la reducción del consumo será, a priori, voluntaria, y solo sería obligatoria si Rusia corte el suministro de gas en Europa. Este hecho activaría, según han pactado los ministros este martes, una 'alerta de la Unión' que se activaría mediante una decisión de ejecución del Consejo de Europa, es decir los presidentes de todos los países, que lo tendrían que aprobar con una mayoría calificada, ahora bien, siempre a propuesta de la Comisión. Esta propuesta llegará en caso de riesgo sustancial de escasez grave de gas o de demanda de gas excepcionalmente elevada, o si cinco o más estados miembros que hayan declarado una alerta a escala nacional solicitan a la Comisión que hazlo
El reglamento es una medida excepcional y extraordinaria, prevista por un tiempo limitado. Por lo tanto, se aplicará durante un año y la Comisión llevará a cabo una revisión para considerar su extensión a la luz de la situación general del suministro de gas en la UE, para mayo de 2023. El texto acordado hoy se adoptará formalmente mediante procedimiento escrito. El procedimiento escrito se iniciará y concluirá en los próximos días, previa revisión técnica del texto.