El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha asegurado este miércoles que no cree que España pueda reducir su endeudamiento público hasta los niveles prepandemia antes de los próximos cinco años a pesar de la recuperación económica. Concretamente, el organismo considera que el Estado cerrará en el 2022 con una deuda que está sobre el 116,4% de los PIB, una cifra que caerá solo medio punto a finales de 2023 colocándose en torno al 115,9%. En aquel momento, la deuda pública española se estancará en torno al 114,6% para los siguientes cuatro años, hasta el 2027. De hecho, desde el FMI creen que el estancamiento del déficit y la deuda a partir de 2024 llegan por la asunción del "escenario pasivo" que el Fondo contempla al hacer estas estimaciones -es decir, que hace los cálculos como si nada fuera a cambiar con respecto a la situación fiscal actual- por la falta de planes específicos y detallados a medio y largo plazo del Gobierno.
A pesar de estas malas noticias para España, desde el FMI no se mostraron particularmente preocupados ante un posible retraso en la llegada de estas medidas por parte del Gobierno y han indicado que si bien España tendrá que emprender en el futuro una "consolidación fiscal gradual", el momento para hacerlo estará cuando la economía del país esté en una senda de crecimiento sostenido, y no como ahora que justo empieza a recuperarse de la crisis provocada por la pandemia de la Covid.
Además de la deuda pública, el FMI también ha publicado su estimación del déficit público de España para este 2022, que será del 5,3% del PIB. En su informe sobre vigilancia fiscal, el organismo financiero también prevé que el déficit se reduzca a un 4,3% del PIB en 2023 y a un 3,9% en 2024. Como también pasa con la deuda pública, a partir del 2024, el déficit se estancará al 3,9% anual hasta 2027. Hay que recordar que los datos publicados por el FMI son habitualmente superiores, o menos optimistas, a las publicadas por el Gobierno al incluir en su cómputo el apoyo al sector financiero.
"Cuando la pandemia golpeó, España, como otros países, respondió con una política fiscal muy agresiva para ayudar a mitigar el impacto", ha asegurado Paulo Medas, jefe de división del Departamento de Asuntos Fiscales del FMI, en declaraciones en Efe. "Eso derivó en un deterioro significativo del déficit fiscal, del 11% en 2020. Ahora estamos viendo una reducción gradual de este déficit", ha añadido Medas.
Reducción de las previsiones de crecimiento
Además de estas malas noticias para España, el FMI anunció este martes que rebajaba en un punto su previsión de crecimiento económico para España para este 2022, que ahora calcula que será del 4,8%, igual que la de 2023, que fue rebajada en medio punto, hasta el 3,3%. En más, también aseguró que mientras que la inflación será del 5,3% este año y del 1,3% el próximo. Las dos cifras están por debajo de las pronosticadas por el Gobierno, que, en sus últimas previsiones, contaba con un crecimiento del 7% para 2022 y del 3,5% para el próximo año. No obstante, el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ya ha advertido que estas estimaciones serán corregidas a la baja ante la nueva situación geopolítica.
En su nuevo informe de perspectivas económicas mundiales, el FMI colocó la invasión rusa de Ucrania como la causa principal del freno en el crecimiento europeo, aunque considera que España no notará el impacto tanto como otros países energéticamente más dependientes de Rusia, como Alemania o Italia, que se verán más afectados. Así, el FMI estima un crecimiento para Alemania del 2,1% este 2022, 1,7 puntos por debajo de su estimación anterior, y del 2,3% para Italia, un punto y medio por debajo de lo que preveía antes. Para la zona euro, el Fondo prevé un crecimiento del 2,8% este año, 1,1 puntos menos de lo que calculaba en enero, antes de que empezara la guerra. Son precisamente Alemania e Italia los países que más influyen en el cambio de previsiones para el conjunto de la zona euro, según este informe, que coloca en España como la primera de las grandes economías del euro con respecto a aumento del producto interior bruto.