El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha mantenido este lunes las previsiones de crecimiento de la economía española hasta 2018 en su tradicional informe anual. A pesar de destacar la "impresionante recuperación económica", no ha dudado en señalar también algunos riesgos como el desempleo, la deuda pública o la productividad. En este sentido, los expertos "reconocen que la economía es ahora más fuerte, pero los ajustes son incompletos y las debilidades estructurales persisten, incluyendo la alta tasa de paro, el elevado nivel de deuda pública y el débil crecimiento de la productividad."

Una de las recetas que propone el organismo internacional presidido por Christine Lagarde es continuar con el proceso de reformas estructurales, entre los que se encuentran subir la recaudación del IVA así como los impuestos medioambientales. "A la luz de la abultada deuda pública y la expansión fiscal estructural de los pasados dos años, la prioridad debería centrarse en las medidas de ingresos que menos distorsionen, como la subida de la recaudación por IVA (...) y aumentar las tasas e impuestos medioambientales", añaden en el informe.

Un dato más: "en ausencia del ajuste salarial facilitado por la reforma, otros 900.000 empleos adicionales se habrían perdido, básicamente compensando la creación neta de puestos de trabajo observada entre 2014 y 2015", aseñala el FMI. 

Contraste de previsiones

A todo ello, el FMI ha pronosticado que la fuerte recuperación de la economía española se moderará en 2017 con un crecimiento del 2,3% y también en 2018 hasta alcanzar el 2,1%. Por su parte, las estimaciones del gobierno son ligeramente más optimistas con un 2,5% y un 2,4% para este año y el que viene, respectivamente. Además, la economista del FMI encargada de seguir a España, Andrea Schaechter, también ha avanzado que se estima que el cálculo del déficit sea del 3,2% para 2016, una décima por encima del objetivo pactado con Bruselas. De esta forma, apuesta por promover un ajuste "gradual" a medio plazo que estabilice las cuentas públicas y reduzca la deuda que sigue alrededor del 100% del PIB. Dicho de otra forma, no dar marcha atrás sino seguir adelante con las reformas estructurales tras reconocer que la creciente fragmentación política en España. 

Por otra parte, el organismo internacional se muestra también bastante más prudente que el Gobierno español en la reducción de la tasa de paro ya que considera se alcanzará el 17,9% y el 17% en 2017 y 2018, respectivamente. En cuanto a ello, los expertos del FMI han insistido en que la reducción del paro de larga duración y de los jóvenes sigue siendo máxima prioridad, por lo que recomiendan reforzar las políticas activas de empleo y mejorar la coordinación con los gobiernos autonómicos. Entretanto, la previsión oficial de reducción del paro según el Gobierno español es del 17,6% para este año y el 15,6% para el que viene.  

Un dato más: "En ausencia del ajuste salarial facilitado por la reforma, otros 900.000 empleos adicionales se habrían perdido, básicamente compensando la creación neta de puestos de trabajo observada entre 2014 y 2015", aseñala el FMI. 

España escucha pero no sigue

Hace poco más de un mes, el ministro de Economía, Luis de Guindos, ya descartó cualquier subida del IVA: "No lo vemos. En estos momentos, la hoja de ruta es la que ha planteado el gobierno". Una forma de reiterar que las modificaciones tributarias aplicadas son "más que suficientes". 

En relación a esta previa de las recomendaciones del FMI, Guindos quiso dejar claro que "siempre se les escucha pero no se los tiene por qué seguir". Así pues, el ministro de Economía sigue apostando para reducir de "forma gradual y continua" el déficit público así como mantener la recuperación económica española sin necesidad de subir el IVA.