Hace más de un año que oímos hablar de que el Gobierno quiere reformar el sistema fiscal, aunque parece que no acaba de llegar nunca. Lo único que sabemos es que comportaría una subida de impuestos a casi todos los niveles. Ante este hecho, la patronal catalana Foment del Treball se ha avanzado a la reforma y ha presentado este lunes su Libro verde para la Reforma Fiscal, que busca luchar contra el fraude a todo el Estado español con una nueva fiscalidad "competitiva, equitativa y sostenible", una propuesta completamente "posibilita" según la misma patronal. Uno de los cambios más importantes de esta propuesta es, como ya hace tiempo que pide a la patronal, la abolición del impuesto del patrimonio, que consideran "confiscatorio". La otra gran propuesta es la disminución y afloramiento de la economía sumergida, que actualmente representa, aproximadamente, el 25% del PIB español.

En este sentido, el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, ha asegurado que para reducir el volumen de la economía sumergida hace falta un plan estratégico a 4 años. Concretamente, este plan, según el presidente patronal, conseguiría "reducir la economía irregular en 10 puntos" y haría aflorar unos 33.000 millones de euros y 1,5 millones de asalariados que, al final, aportaría nuevos contribuyentes que aportarían más impuestos. Gracias a eso, Sánchez Llibre, ha afirmado y sentenciado que ahora no es el momento de subir los impuestos, sino todo el contrario, rebajarlos, ya que habría muchos más contribuyentes y se podría bajar la presión fiscal en todos los ciudadanos y empresas del Estado y ha añadido que la fiscalidad "es un gran instrumento de política económica y no un mecanismo para cuadrar las cuentas públicas".

 

¿Qué propone Foment?

Como ya hemos dicho una de las propuestas de Foment es la eliminación definitiva del impuesto de patrimonio. Mientras eso no llega, Sánchez Llibre ha preguntado a la Generalitat que bonifique este impuesto cómo ya hacen otras comunidades como Madrid. La patronal, también recuerda que España es uno de los pocos países europeos que sigue manteniendo este impuesto y aseguran que "penaliza el ahorro", encarece el coste de capital de las empresas y, por lo tanto, acaba penalizando la inversión, la productividad y el crecimiento económico". Aparte, la propuesta también incluye incorporar medidas legales porque las comunidades autónomas no pudieran incorporar este impuesto como tributo propio.

La propuesta de la patronal catalana también incluye cambios en el IRPF y el impuesto de sociedades, recomendando aplicar una fiscalidad que busque "la equidad, la competitividad, el dinamismo económico y reducir la inseguridad jurídica". En este sentido, piden actualizar las tablas del IRPF y evitar el incremento de las tributaciones ante el aumento de la inflación que vivimos actualmente. Además, también incluyen deducciones, por ejemplo, por gastos de enfermedades y la compra de vehículos eléctricos y elevar el límite de aportación a planes de pensiones, que a estas alturas es de 1.500 euros anuales. Con respecto al impuesto de sociedades, Foment pide potenciar los "incentivos aplicables a los beneficios no distribuidos o reinvertidos".

El impuesto de sucesiones y donaciones también tiene un espacio dentro de la propuesta presentada hoy, concretamente, Foment pide que se rebajen este tributo. En este sentido, la patronal pide que queden libres de impuestos la transmisión de patrimonios inferiores al millón de euros siempre que se transmitan a descendientes o ascendientes de primer grado. Al mismo tiempo se propone una reducción de los tramos de la escala impositiva y que el impuesto no superas en ningún caso el 9%, adaptándolo en la media de la OCDE, que, de rebote, permitiría "reducir las diferencias de tributación existentes entre las diferentes comunidades autónomas.