Foment del Treball ha hecho un llamamiento a todas las instituciones implicadas para reclamar la ampliación del aeropuerto de Barcelona que supondría la construcción de una nueva terminado satélite y la ampliación de una de las pistas actuales que supondría una inversión de 1.700 millones de euros entre 2022 y 2026. Esta inversión también supondría hacer de Barcelona un hub internacional y así "volver a poner Barcelona en el mundo".
Durante una rueda de prensa celebrada este jueves, el presidente de la patronal, Josep Sánchez Llibre, ha recordado que si finalmente saca adelante esta inversión, la capacidad del aeropuerto aumentaría hasta los 70 millones de pasajeros, permitiría que el peso del aeropuerto en la economía catalana aumentara hasta el 8,9% del PIB y crearía 83.000 puestos de trabajo directos y 356.000 totales. Además, ha asegurado que si finalmente esta ampliación no se produce, el Prat podría llegar a colapsar.
Por eso, Sánchez Llibre, ha apelado a las instituciones, desde Aena y la Generalitat hasta los ayuntamientos vecinos de la infraestructura, que se pongan de acuerdo para no perder esta gran oportunidad para la ciudad y el país, ya que el plazo para llegar a un acuerdo está muy cerca, el mes de junio de este año.
Además, el presidente ha recordado que para desbloquear esta ampliación el aeropuerto se tendrá que poner de acuerdo con el Port de Barcelona para no chocar con la terminal de contenedores, pero ha reconocido que confía en este acuerdo, ya que las dos instituciones dependen, al final, del Ministerio de Transportes.
Al mismo tiempo, Sánchez Llibre ha asegurado que las inversiones en infraestructuras, como sería el caso del aeropuerto, serán la palanca de la recuperación económica después de la pandemia de la Covid.
Presionar a las instituciones
Con el fin de presionar las instituciones y conseguir este acuerdo, Sánchez Llibre ha anunciado que, sieguen el espíritu del 4 de marzo, propondrán a los diversos actores económicos de Catalunya, desde la Cámara y el Círculo de Economía hasta los gremios de los sectores implicados, una reunión con el fin de pactar una hoja de ruta al respecto y así mostrar un frente común.
Ahora bien, no tono son facilidades, ya que el aeropuerto está muy cerca de zonas protegidas y por lo tanto esta ampliación necesitará el visto bueno de la Unión Europea para que se pueda llevar a cabo. Sin embargo, ha avisado de que hay mecanismos con el fin de mantener un equilibrio entre la competitividad de Barcelona y la política medioambiental.
Última ampliación del Prat
En el ámbito más técnico, el vicepresidente de Foment, Joaquim Llansó, ha reconocido que se puede llegar a cumplir todos los requisitos de la UE para desbloquear la ampliación del aeropuerto y que entonces se activarían los mecanismos de compensación medioambiental con el fin de llevarlo a cabo.
Al mismo tiempo, ha recordado que esta, técnicamente hablando, es la última ampliación que aceptaría el aeropuerto y por lo tanto ha puesto sobre la mesa que las instituciones tendrían que ir pensando en, o bien desviar el tráfico aéreo hacia Reus o Girona o quizás empezar a plantear la idea de construir un segundo aeropuerto de Barcelona, fuera del área metropolitana, a unos 25-30 kilómetros, que estuviera bien conectado con el centro de la ciudad.