Después de que el vicepresident de la Generalitat y conseller d'Economia i Hisenda, Oriol Junqueras, anunciara este martes que los presupuestos de 2017 incluyen una partida de 5,8 millones de euros para procesos electorales y participativos, Foment del Treball no ha tardado en reaccionar. Más concretamente, el director de economía de la patronal catalana, Salvador Guillermo, ha aprovechado la presentación del Informe de Coyuntura Económica para reivindicar que la partida para celebrar un referéndum sobre la independencia de Catalunya "es el apartado que menos importa" de las cuentas públicas a nivel empresarial.
En este sentido, también ha hecho una férrea defensa para que los políticos se dediquen a la política y los empresarios al desarrollo económico. "No perderemos ni un minuto buscando esta partida, eso es un problema de los políticos. A nosotros nos interesan las inversiones públicas, los fondos dedicados a industria y a la internacionalización empresarial," ha asegurado Guillermo. Seguidamente, también ha añadido que "no se pueden seguir generando nuevas figuras tributarias para hacer cajón" ya que considera que "el gasto social es relevante, pero no puede ser que cada vez sea mayor, ya que se perderán otras partidas como las dedicadas a políticas industriales. Si se genera actividad económica, si se genera empleo, muchas de las políticas sociales dejarán de tener sentido". Invertir en industria y después en gasto social, pero no viceversa.
"Creatividad impositiva"
A todo ello, el presidente de la comisión de economía y fiscalidad de Foment, Valentí Pich, ha señalado que "nos preocupa la excesiva creatividad en el diseño de impuestos por parte de la Generalitat, especialmente porque tienen poco recorrido en recaudación. Las empresas quieren estabilidad económica y legal para hacer inversiones a largo plazo". La crítica de Pich pone el foco en el elevado número de nuevos tributos creados por el Govern, entre los que se incluyen: la tasa turística, el impuesto sobre grandes establecimientos comerciales, el impuesto en los pisos vacíos o el de las bebidas azucaradas.
En este último caso, la patronal catalana presidida por Joaquim Gay de Montellà ya ha reclamando que se suprima este impuesto, ya que lo considera "injustificado" y al mismo tiempo, pide que "se reviertan los aumentos impositivos que ha sufrido la ciudadanía de Catalunya" y no "se continúe con la inercia de sucesivamente nuevos impuestos, que hacen que Catalunya se sitúe como una de las abanderadas en presión fiscal en el Estado''. Una política impositiva que según el empresario, todavía complica más "la actividad económica productiva sostenible y que crea empleo a largo plazo".
Además, Pich no se ha centrado únicamente en Catalunya sino que también ha criticado las nuevas figuras impositivas del Gobierno español con respecto al impuesto de sociedades y que según su opinión, puede afectar la ubicación empresarial en uno u otro país.
No es la primera vez....
No es la primera vez que Foment habla de política en los últimos meses. Durante la pasada Asamblea General de la patronal, Montellà reivindicó que "el procés independentista ha ahogado el catalanismo" ya que según su parecer, está desplazando inversiones y empresas en otros espacios. En la misma línea que los impuestos, un motivo en Foment para "levantar la voz de alarma."
Sin ir más lejos, el presidente de Foment del Treball anticipó en el discurso inicial de la entrega de premios de la patronal que "tenemos dos grandes retos: ajustar el déficit y recuperar Catalunya." Ante la atenta mirada del rey Felipe VI y el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, Montellà instó a resolver "la distancia cada vez más grande" entre Catalunya y España a través de una fórmula a tres bandas: diálogo, negociación y pacto.