"La economía se desacelera, pero no podemos decir que venga una crisis". Así lo ha dicho el secretario general de Foment del Treball, Salvador Guillermo, y el presidente de la comisión de Economía y Fiscalidad, Valentí Pich, en la presentación del informe de coyuntura de la patronal correspondiente al mes de agosto de 2019, quien ha asegurado además que "no se tiene que decir que viene el lobo si no le vemos las orejas, porque sino la gente se asusta y deja de consumir y el lobo acaba viniendo". En este sentido, ha apuntado a los "riesgos políticos" asegurando que estos "enturbian la economía", a la vez que ha pedido gobernabilidad y presupuestos.
De esta manera, desde la patronal de las grandes empresas admiten una ralentización en el crecimiento de la economía catalana y española, pero recuerdan que "es una desaceleración que se está dando también a la Unión Europea", en qué destacan un mayor efecto en Alemania e Italia en este segundo trimestre. Con respecto a la economía catalana, la patronal considera que "crece por debajo de la media española debido a la desaceleración internacional y al descenso de las exportaciones, que afecta más en Catalunya porque es una economía más abierta."
Al mismo tiempo, Guillermo ha desestimado las previsiones negativas de la Generalitat en el ámbito del empleo, considerando que "el crecimiento en empleo yo creo que no será negativo, pero será más suave. Tenemos que pedir a los políticos que en un país donde tenemos un paro tan grande hay que seguir creciendo en empleo, porque este es el elemento más importante para reducir la desigualdad. Se lucha contra la desigualdad poniendo las condiciones para generar empleo, no poniendo un nuevo impuesto".
Los males de los riesgos políticos
La patronal critica la gestión política y su impacto en la economía, aseverando que "los elementos que tenían que servir para ayudar son los que están causando los problemas, y estos son los riesgos políticos". Ponen como ejemplo la falta de gobierno, de presupuestos, y también la inestabilidad internacional con conflictos como el brexit.
A nivel español, Foment rechaza unas nuevas elecciones y asegura que, en caso de que estas segundas elecciones se lleven a cabo, "habrá mucha más presión con la necesidad de llegar a acuerdos, porque es implanteable unas terceras elecciones". En más, recuerdan que en caso de que haya elecciones el próximo 10 de noviembre, "lo que es seguro es que no estará presupuestos el día 1 de enero, cosa que es esencial para reducir los riesgos políticos".
"La política no es pelearse", asegura Pich, "es gestionar; y ahora mismo el ambiente general necesita mucha atención y sumar en vez de quedar".