La solución a la crisis familiar de Freixenet cada vez está más cerca. Tras haber celebrado finalmente ayer el trascendental consejo de administración que quedó temporalmente anulado, el pasado 30 de marzo, por el fallecimiento de Carmen Ferrer Sala, hija de los fundadores y madre de Enrique Hevia, vicepresidente y director financiero, la oferta del grupo vinícola alemán Henkell&Co, filial del gigante Dr.Oetker, ya está sobre la mesa del consejo de administración. Una vez haya culminado la revisión de las cuentas del gigante del cava catalán, la oferta ya estará a disposición de los accionistas para que tomen una decisión vinculante respecto a una oferta cercana a los 500 millones de euros, dentro de los plazos establecidos por los estatutos de la empresa.
Por su parte y al estar las acciones sindicadas, la familia Ferrer Noguer, que ostenta un 42% de Freixenet, tiene derecho de tanteo sobre cualquier oferta. Por el momento, siguen negociando un crédito con la banca superior a los 100 millones con el objetivo de hacerse con el 50% de las acciones y evitar cualquier posibilidad de venta a un socio externo a la empresa familiar. De lo contrario, sólo aceptarían la salida de los Hevia, la rama que cuenta con un 29% de las acciones y que se ha mostrado más crítica con la gestión de los Ferrer, siempre y cuando Henkell entrara en calidad de socio minoritario, condición que parece muy poco probable dados los intereses de la multinacional alemana.
Tres familias, distintas posturas
Mientras que los Hevia tienen claro que vender es la mejor opción y los Ferrer parecen dispuestos a todo para seguir comandando Freixenet, los Bonet, que aglutinan otro 29% de la compañía, no comparten una misma estrategia y eso agrava todavía un poco más la crisis familiar de Freixenet. A pesar de que el presidente José Luis Bonet y su hermana Pilar Bonet se han mostrado cercanos a los Ferrer, el primero rechaza vender su paquete de acciones y apuesta por seguir en la empresa, ya que prefiere la continuidad de la multinacional del cava a largo plazo por encima del dinero. Y aunque Pilar Bonet vendiera su parte de las acciones, los Ferrer no lograrían alcanzar todavía el 50% de la compañía y deberían contar también con la neutralidad del actual presidente para poder consolidar su posición mayoritaria. Por otro lado, la familia Hevia parece contar con el apoyo de Pedro Bonet, presidente del Consell Regulador del Cava y director de comunicación, y Eudald Bonet, muy crítico con los Ferrer, aunque dicho apoyo sólo les permitiría alcanzar un 43,5% de las acciones.
José Luis Bonet también es presidente de Alimentaria, el salón de Fira de Barcelona que se celebrará del 25 al 28 de abril, por lo que no será hasta principios de mayo cuando el consejo vote definitivamente si acepta o no la oferta de Henkell que desde ayer, ya está oficialmente sobre la mesa.