Freixenet lo tiene todo a punto para pactar con el grupo vinícola alemán Henkell, filial del gigante Dr. Oetker. Tras el verano, las tres ramas propietarias formada por los Hevia (29%), los Bonet (29%) y los Ferrer Noguer (42%) han reformulado su estrategia para resolver su particular disputa familiar. A diferencia de hace unos meses, Henkell parece haber apartado sus aspiraciones de hacerse con el control mayoritario de la multinacional catalana y se conformaría con entrar en el accionariado como socio industrial minoritario. A la espera de que se cierre el pacto de intenciones y se confirme la operación antes de finales de año, su paquete oscilará, según El Confidencial, entre el 20% y el 25%.
Las reuniones a cuatro bandas siguen adelante. La entrada de Henkell alterará las participaciones del resto de familias propietarias ya que mientras los Ferrer aumentarán su cuota por encima del 50% de las acciones, la rama de los Hevia liderada por el todavía director financiero, Enrique Hevia, y sus tres hermanas, saldrán de Freixenet por un valor cercano a los 145 millones. Esa era su intención mucho antes de que Henkell llevara a cabo la auditoría de cuentas dadas las diferencias con la gestión del vicepresidente, Pedro Ferrer.
La clave de los Bonet
Tal y como se esperaba, la clave para salir del bloqueo han sido los Bonet. El presidente de Freixenet, José Luis Bonet, que en más de una ocasión insistía en su "buena sintonía familiar", y su hermana, Pilar Bonet, retendrán su paquete de acciones del 7,25% cada uno y darán así estabilidad a la multinacional a largo plazo. Por su parte, el presidente del Consell Regulador del Cava y director de comunicación, Pedro Bonet, y su hermano Eudald Bonet venderán solo una parte de los títulos pero seguirán como accionistas de la sociedad. Se romperá de esta forma la igualdad de acciones entre los distintos hermanos.
Cada vez más cerca de firmar la paz, el líder del sector del cava en España que factura más de 500 millones anuales trata de buscar sinergias industriales con Henkell. La comercialización y una cartera en común como vías de futuro, la crisis familiar como recuerdos del pasado.
"Muy buena armonía familiar"
Lo hizo en la Fira Alimentària y lo ha vuelto a hacer este lunes en la presentación de la campaña de Navidad. El presidente de Freixenet ha destacado que en el seno de la compañía reina una "muy buena armonía familiar".
"Sólo puedo decir que somos una empresa familiar que siempre hemos tenido ofertas, pero ahora hay especial notoriedad por la existencia de una oferta muy seria", ha dicho Bonet en alusión a Henkell & Co. "Afortunadamente, hay muy buena armonía familiar, y a partir de ahí iremos navegando", ha concluido.
Por otra parte, Freixenet prevé incrementar sus ventas un 5% durante esta campaña, que estará marcada por una subida de precios debido a una menor cosecha por la escasez de lluvias. Se trata de subidas "asequibles y nada dramáticas". "Esperemos que estas Navidades no se enturbien por nada y la marca Freixenet siga para arriba", ha asegurado Pere Bonet.