En menos de diez días la fusión de CaixaBank y Bankia puede estar cerrada. Las dos entidades barajan reunir el domingo 13 o el lunes 14 de septiembre sus respectivos consejos de administración donde se adoptará una decisión definitiva sobre la operación, según fuentes del sector.
Los máximos órganos de gobierno de CaixaBank y Bankia esperan contar para entonces con los resultados de la due diligence (auditoría legal) que les permita disponer de todos los datos sobre la mesa para adoptar la decisión de seguir adelante o no con la operación que colocará la futura entidad como la primera en activos de España y la décima de Europa.
Calendario
Ambos consejos autorizaron el inicio de las negociaciones, que arrancaron de forma discreta antes del verano, y para su pertinente asesoramiento contrataron a sendos bancos de inversión (Morgan Stanley en el caso de CaixaBank y Rotschild en el de Bankia), además de consultoras (Deloitte y EY, respectivamente) y asesores legales (Uría Menéndez y Garrigues, respectivamente). Si los resultados que arroja la due diligence son positivos, los consejos decidirán dar el pistoletazo de salida a la operación y convocar sendas juntas extraordinarias de accionistas, que se celebrarían previsiblemente en otoño, para conseguir su preceptiva autorización.
CaixaBank y Bankia pretenden apurar los plazos y acelerar al máximo los trámites correspondientes con el fin de tener ultimada su fusión antes de finales de año, de modo que ésta pueda materializarse al cierre del primer trimestre de 2021, informaron a Europa Press en fuentes del sector.
La operación ha arrancado con fuerza, al contar con la bendición del supervisor (el Banco Central Europeo) y del Gobierno, si bien Podemos ha mostrado su rechazo a la fusión.
Personal y sucursales
La fusión de CaixaBank y de Bankia, tercera y cuarta entidad por tamaño del sector financiero español, daría origen a un grupo con activos por importe de 650.000 millones de euros, unas 6.600 sucursales (4.400 la entidad catalana y más de 2.200 la entidad nacionalizada) y una plantilla conjunta superior a los 51.000 empleados (casi 35.600 CaixaBank y unos 16.000 Bankia), lo que propiciaría significativas sinergias.
Los sindicatos han mostrado su preocupación por el impacto de la fusión en los trabajadores. Cifras preliminares manejadas en las negociaciones de fusión, prevén que podría recortarse la plantilla en unos 8.000 trabajadores, la mitad de los que tiene ahora Bankia, a través de bajas incentivadas y prejubilaciones. Los sindicatos CCOO y UGT han reclamado salidas voluntarias y en buenas condiciones. La fusión también supondría cerrar más de 1.500 oficinas, el 25% del total.