El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha rechazado la última oferta del Gobierno para la reforma laboral. Concretamente, el líder de los empresarios ha rechazado los límites a la contratación temporal de tres meses que este miércoles el Gobierno puso sobre la mesa de negociación. En unas declaraciones a los medios durante su participación en el Congreso de Hoteleros en Oviedo, Garamendi ha asegurado que el problema de la temporalidad "no se soluciona con un porcentaje". "No sé qué se pretende", ha dicho, tratando de "castigar" las empresas cada vez que se hace un contrato temporal, por ejemplo, de un camarero extra para un acontecimiento.
Con respecto a las negociaciones, este viernes habrá una nueva reunión donde el Ejecutivo propondrá, precisamente, un texto en el cual establece que la contratación temporal quede ligada a causas muy concretas y que los contratos indefinidos sean el ordinario a la hora de incorporar trabajadores. Asimismo, contempla la figura del contrato fijo discontinuo para campañas cíclicas como las rebajas o Navidad.
"Es diferente por ejemplo a las islas, donde hay fijos discontinuos, que lo que pueda ser por ejemplo la gente que va al Rocío, que va tres días. ¿Qué hacemos?, uno fijo discontinuo para una persona que trabaje tres días"?, se ha preguntado. Para el presidente de la patronal, el Gobierno tendría que hablar con los sectores afectados.
Por otra parte, Garamendi ha mostrado su molestia para que el Ejecutivo haya "filtrado" documentos de la negociación. "Una negociación se hace en una mesa, con discreción," ha aseverado Garamendi, después de afirmar que los empresarios "no están en política" y pretenden llegar a acuerdos, pero que de esta manera es "difícil". Garamendi ha recordado, a más, que la temporalidad es superior en las administraciones públicas que en el sector privado, con un 33% las primeras y un 22%, el segundo.
La reforma laboral está en "la fase decisiva"
A pesar de estas declaraciones de Garamendi, este jueves por la mañana la vicepresidenta primera del Gobierno ha asegurado en Barcelona que "estamos enfilando la fase decisiva de la negociación con reuniones dos veces por semana. El objetivo no es un artículo o el otro, sino un paquete que tiene que ser equilibrado y que responda a las necesidades de un mercado laboral de siglo XXI", ha asegurado la ministra, que ha evitado pronunciarse directamente sobre si está o no de acuerdo con este tipo de contratos temporales.
En la misma línea que el presidente de la CEOE, la vicepresidenta ha pedido que se deje trabajar en las mesas y ha augurado una "dinámica intensa de negociación" para cerrar el acuerdo de la reforma laboral antes de final de año. Lo que tenemos es un proceso dinámico de negociación en el cual los textos van cambiando, las mesas van trabajando y hay propuestas del Gobierno y puede haberlas también de los agentes sociales. Es un proceso normal y el ambiente es constructivo porque todos sabemos que nos jugamos mucho", ha dicho.