El hasta ahora presidente de la patronal Foment del Treball, Joaquim Gay de Montellà, se ha despedido esta mañana de su cargo ante los periodistas, después de dos mandatos consecutivos -ocho años en total- al frente. Gay de Montellà será relevado por Josep Sánchez-Llibre -ahora ya no hay ninguna duda, ya que cuenta con más del 51% de los avales y no tiene ningún rival-, quién será proclamado presidente de Foment el lunes que viene, 5 de noviembre. Montellà se ha despedido puntualizando que "de las empresas que se marcharon de Catalunya, ninguna de ellas se ha dado de baja de Foment".
Y es que Gay de Montellà se ha mostrado "muy satisfecho" de cómo la patronal ha encarado los retos políticos del último año, y ha asegurado que "plantearse si cambiaría alguna cosa no sirve de nada". Es más, "creo que el nuestro ha sido un posicionamiento acertado y oportuno", ha dicho, "y la prueba es que no hemos tenido unas opiniones negativas en contra". En este sentido, asegura que "no hemos crispado ninguna relación y hemos sido respetuosos, sólo hemos dicho que necesitamos seguridad jurídica y estabilidad política".
La "fuga de empresas" no afecta a la afiliación a Foment
Con respecto al traslado de sedes fuera de Catalunya durante los días posteriores al referéndum del 1 de octubre, Gay de Montellà ha asegurado que no tuvo ningún tipo de afectación en el número de afiliados a la patronal, cosa que asegura que quiere "muy satisfecho".
"Para mí ha sido una gran satisfacción que en el 2018 las afiliaciones a Foment del Treball sean mayores", y ha asegurado que también "es un gran reconocimiento el hecho que de las 4.000 empresas que movieron su sede de Catalunya, ninguna de ellas se haya desvinculado de Foment".
"No es momento" de lamentaciones
Preguntado por "qué cambiaría" de lo que ha hecho durante su último mandato, ya no sólo con respecto a la situación política entre Catalunya y España, sino también con respecto a sus acuerdos con la patronal de Josep Gonzàlez, Pimec, y las relaciones resquebrajadas con la Cecot de Antoni Abad, Gay de Montellà ha esquivado los titulares.
Y es que no es momento de lamentaciones. Se acaba una etapa y "creo que actuamos en cada momento como creímos oportuno", ha asegurado Montellà. Con todo, ha querido recordar que, sobre el tema político "hemos sido respetuosos y no hemos crispado ninguna relación".
Con respecto a las tensiones con la Cecot, que, recordamos, Gay de Montellà "suspendió" -es decir, expulsó con opción a volver admitir- de Foment, según este, por "haberse excedido de sus límites" y según Abad, "por el tema político", Gay de Montellà ha explicado" que "en aquel momento, interpretamos ciertas actuaciones y la decisión de que se tomó por unanimidad fue la que creíamos acertada en el momento". Con todo, "yo siempre he dicho que se podía volver a negociar, pero que será más fácil con un nuevo presidente", algo que su relevo, Josep Sánchez-Llibre, ya ha asegurado que hará.
La hora de los adioses
Ocho años después de la toma de posesión del cargo por parte de Montellà, ha llegado la hora de los adioses. Unos adioses que Gay de Montellà ha vestido de "agradecimiento" por "el espacio que se me ha dado como presidente de Foment del Treball durante estos dos mandatos". "Para mí ha sido un orgullo", y ha pedido a los medios que "se consoliden con la figura de Josep Sánchez-Llibre, que el día 5 de noviembre será el próximo presidente de la patronal."
Con todo, ha valorado "muy positivamente" esta etapa, explicando que "una de las cosas buenas de este periodo es que la figura empresarial ha quedado bien resguardada", dice. Por último, ha hecho énfasis a uno de los últimos "éxitos" de la patronal: "Estamos contentos con que nuestro recurso sobre la huelga del 8-N se haya admitido a trámite por el Supremo", ha aseverado.
Hoy decimos adiós a un Gay de Montellà que, según ha explicado, no tiene intención de seguir trabajando, sino de "descansar, leer y estar con la familia". Decimos adiós a ocho años de las idas y venidas de este presidente de la patronal de patronales de Catalunya, acabando con una máxima: "Cuidemos el Foment porque forma parte de nuestra sociedad y es muy importante para Catalunya".