El ataque informático que tuvo lugar justo hace un mes, la madrugada del 11 de octubre, paralizó por completo la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y dejó fuera de servicio los 1.200 servidores y 10.000 ordenadores y más de 50.000 usuarios de la UAB.
Ahora, después de un mes de intentos por recuperar la normalidad del centro, la Generalitat ha anunciado que les otorgará 3,7 millones de euros por los daños causados por el ataque del cual todavía no se ha recuperado totalmente.
Partida de los presupuestos
En la comisión parlamentaria para detallar los presupuestos de su Departamento, la consellera de Investigación y Universidades, Gemma Geis, ha anunciado este jueves el acuerdo con la conselleria de Economía para destinar esta partida.
"Hemos cerrado un acuerdo para otorgar 3,7 millones de euros a la UAB por los daños acreditados por el ciberataque así como para acelerar su recuperación y dotarse de los instrumentos digitales necesarios después del ataque informático", ha indicado Geis.
Mejorar la seguridad
Sobre este tema, ha remarcado que uno de los objetivos de su departamento es incrementar las políticas de digitalización y mejorar la seguridad de los entornos digitales de las universidades y centros de investigación catalanes, ampliando también el radio de actuación de la Agencia de Ciberseguridad de Catalunya.
Hoy por hoy, la identidad de los ciberdelincuentes y sus objetivos siguen siendo incierta y todo apunta que continuará así, porque que como declaró el rector de la universidad, Javier Lafuente: "No nos hemos puesto en contacto con ellos ni nos pondremos".
Ninguna extracción de datos
Este jueves en una rueda de prensa Lafuente ha asegurado que hasta ahora no les consta que se haya producido ninguna extracción de datos.
El rector también ha reconocido que la Agencia de Ciberseguridad de Catalunya los ha alertado de que en la deep web se anunciaba esta posibilidad, pero ha insistido en que la universidad "no da validez ni voz a los ciberdelincuentes".
Lafuente ha expuesto que los centenares de miles de archivos afectados por el ciberataque contienen datos públicos y ha asegurado que desde la universidad no estamos que se puedan filtrar datos personales de estos ficheros, ya que los servidores que guardan esta información no se vieron afectados por el hackeig.
Reconstruyendo poco a poco
Todo apunta que el ataque tenía su origen en un virus ransomware, que se ha dirigido hacia los sistemas centrales de la universidad. El ciberataque obligó a desconectar las redes internas y cortar los accesos a internet, a fin de que los daños no fueran a más.