Han llegado a un acuerdo. El Gobierno y los sindicatos han pactado el nuevo mecanismo de equidad intergeneracional, que contempla un aumento de la cotización durante la próxima década para garantizar las pensiones de jubilación de la generación del baby-boom. Según ha informado esta tarde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, el acuerdo alcanzado con Comisiones Obreras y UGT supondrá la reactivación del Fondo de Reserva de la Seguridad Social (la famosa hucha de las pensiones) mediante "una aportación finalista entre el 2023 y el 2032 de 0,6 puntos porcentuales de la cotización por contingencias comunes".
El diseño de este mecanismo se incluirá mediante una enmienda al proyecto de ley que se está tramitando actualmente en el Congreso de los Diputados. Así, el Mecanismo de Equidad Intergeneracional sustituirá el Factor de Sostenibilidad del sistema de pensiones de 2013, después del acuerdo al que han llegado esta tarde el Gobierno y los sindicatos (y del cual se ha descolgado la patronal). Un 5% irá a cargo de la empresa y el 1% restante del trabajador. En una salario medio que aporte unos 2.000 euros a la base de cotización supondrá un incremento de la cuota de 12 euros mensuales, de los cuales 10 los pagará la empresa y 2 el trabajador.
Una válvula de seguridad
El mecanismo contará con la reactivación de la mencionada hucha de las pensiones mediante una aportación finalista entre el 2023 y el 2032. La aportación será de 0,6 puntos porcentuales de la cotización por contingencias comunes y estará repartida entre la empresa y el trabajador "con la misma distribución que en las cotizaciones sociales". Un 5% irá a cargo de la empresa y el 1% restante del trabajador. En una salario medio que aporte unos 2.000 euros a la base de cotización supondrá un incremento de la cuota de 12 euros mensuales, de los cuales 10 los pagará la empresa y 2 el trabajador.
El objetivo de la medida será la de actuar como "válvula de seguridad" del sistema a partir de 2033, en caso de que haya un desvío de la previsión de gasto en pensiones para el 2050. Si eso no pasara, no se aplicará ninguna medida y se planteará la utilización de los recursos del fondo de reserva para reducir las cotizaciones sociales o mejorar la cantidad de las pensiones.
Diferentes escenarios
Asimismo, en el acuerdo alcanzado también se contempla que si a partir de 2033 se aprecia en los informes de envejecimiento de la Comisión Europea un desvío de la previsión de gasto en pensiones en el 2050 respecto del informe del 2024 (que se utilizará como referencia), se utilizará este fondo, con un límite de disposición anual del 0,2% del producto interior bruto (PIB).
Si eso fuera insuficiente, el Gobierno negociará con los interlocutores sociales para su elevación al Pacto de Toledo. El objetivo será llegar a una propuesta equilibrada que se dirija a reducir el porcentaje de gasto en pensiones en términos de PIB o incrementar el tipo de cotización u otras fórmulas alternativas para aumentar los ingresos.