El Gobierno ha anunciado este viernes que prevé invertir un total de 1.049,2 millones de euros en mejorar y ampliar las autopistas AP-7 y AP-2 a su paso por Catalunya hasta el 2030, centrándose sobre todo en la mejora de la seguridad y fluidez del tráfico después de levantarse los peajes en septiembre de 2021. Así lo ha explicado este viernes la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, en rueda de prensa al lado de la delegada del Gobierno en Catalunya, Maria Eugènia Gay, y el secretario general de Infraestructuras del Ministerio, Xavier Flores.
Durante su intervención, Sánchez ha afirmado que estas actuaciones se centran en nuevos enlaces, en la mejora de los enlaces existentes así como en la mejora de la funcionalidad y la capacidad de las dos vías y en actuaciones complementarias. En esta línea la ministra ha asegurado que las actuaciones han sido consensuadas con las diferentes administraciones y que buscan "coser y vertebrar" el territorio y mejorar la capilaridad de las dos vías. "Con este plan hacemos un ejercicio de racionalización y pragmatismo para hacer actuaciones a corto plazo y a medio plazo que permitan evolucionar las autopistas en el nuevo escenario", ha asegurado. En este sentido, ha señalado que no se trata de "ampliar autopistas porque sí", sino que se ha elaborado un análisis técnico para encontrar lo que ha definido como mejores soluciones. Ahora solo faltará ver si estas inversiones acaban llegando dentro del plazo y en la forma apropiada a Catalunya.
"Lluvia de actuaciones"
Como es habitual en este tipo de anuncios, los miembros del Gobierno han asegurado que en Catalunya llegarán muchas actuaciones. Este viernes quien lo ha defendido ha sido Xavier Flores, que ha definido el plan como "una lluvia de actuaciones" y que la mayoría ya están programadas, con más de 30 expedientes abiertos, y que se actuará sobre 160 kilómetros de vía; además de analizar la creación de al menos tres aparcamientos seguros para camiones. De hecho, ha defendido que está previsto que las actuaciones permitan reducir hasta 6,3 millones de horas de congestión al año y generar una rentabilidad económica y social de 160 millones de euros anuales, además de una reducción de los costes de accidentalidad de diez millones de euros.
Flores ha detallado que se realizarán 14 nuevos enlaces, con una inversión total de 75,9 millones de euros y un beneficio directo para 258.000 usuarios diarios, y también se mejorarán 12 enlaces existentes, con un presupuesto de 52,6 millones y que son usados por 489.000 usuarios diarios. Las mejoras de la funcionalidad constan de nueve actuaciones y un presupuesto de 687 millones de euros y se centran en la ampliación de la AP-7 en varios tramos, ya que, según Flores, "el tronco central está al límite". El resto de actuaciones tienen un presupuesto de 233,7 millones e incluyen, entre otros, la llegada de la A-27 hasta el AP-2; la conexión de la A-2, la AP-7 y la B-40 en Abrera y Martorell (Barcelona) o la variante de l'N-II en Figueres (Girona).
Aumento del tráfico
Por último, Sánchez ha explicado que la eliminación de los peajes "ha supuesto un cambio radical en la movilidad", con un incremento del tráfico del 100% en la AP-2, donde se han triplicado los camiones, y del 40% en la AP-7, donde los camiones han aumentado un 80%. En esta línea ha señalado que el Gobierno "sabía y quería" este aumento y que el trasvase de camiones de vías como la N-240 o la N-340 en las autopistas permite mejorar el servicio, reducir la contaminación y salvar vidas. Ha asegurado que la voluntad no es "incentivar el uso de las autopistas, es adaptar las infraestructuras a la realidad actual" y a las necesidades de futuro para mejorar la accesibilidad desde el territorio, la funcionalidad y la resiliencia.