La globalización de nuestro mundo hace que estemos cada vez más interconectados, también en el ámbito comercial. El comercio internacional está cada vez más extendido no solo entre las grandes empresas, sino también en los pequeños negocios. Sin este tipo de comercio, la sociedad puede verse dañada.
Si vemos el panorama internacional actual, actores políticos como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han sido muy claros con sus políticas comerciales y arancelarias para el resto del mundo. Bajo el paradigma de ‘America First’, las políticas comerciales de Estados Unidos han derivado en un mayor proteccionismo, lo que pone en riesgo el flujo de intercambios comerciales global.
Una campaña que apuesta por el positivismo
A partir de esa premisa, el gobierno de España lleva meses preparando una respuesta proporcionada, tangible y coordinada con la Unión Europea. El principal objetivo es desescalar la situación y buscar consensos que impidan un agravamiento.
Una campaña en positivo y con un mensaje claro que no invita a la confrontación
Además de las medidas económicas de protección ya anunciadas desde el Gobierno conjuntamente con la Unión Europea, se ha querido también lanzar un mensaje general de tranquilidad y apoyo a toda la sociedad.
De aquí surge la campaña: 'Nuestros valores no se venden, nuestros productos y servicios, sí', una campaña en positivo y con un mensaje claro que no invita a la confrontación, sino que apuesta por destacar todo lo bueno que tenemos.
La campaña busca fomentar el consumo interno de los productos nacionales y europeos, pero sin caer en el proteccionismo
La economía española es dinámica, interconectada, de comercio abierto y regulado. Así como el resto de naciones europeas, es un país emprendedor con un gran tejido productivo. Por eso, cada vez son más los productos que se exportan al mercado y el valor y calidad que ven en ellos los consumidores.
La campaña busca fomentar el consumo interno de los productos nacionales y europeos, pero sin caer en el proteccionismo ni enfrentarse con aquellos que estamos destinados a entendernos. Un concepto muy etéreo que se concreta en productos tan característicos como el jamón o el aceite de oliva.
Promover el consumo local
España es la cuarta mayor exportadora de alimentos de la UE y la séptima del mundo. El valor de los alimentos va más allá de su coste, si no que son sinónimos de prestigio y calidad. Apostar por estos productos agroalimentarios y pesqueros contribuye a revitalizar la economía nacional, impacta positivamente en los agricultores locales y promueve la sostenibilidad y, además, genera un valor añadido que ayuda a la cohesión social.
No están a la venta los valores europeos basados en una sociedad libre, abierta, justa y de bienestar
El eje central de la campaña es la contraposición de los valores y los productos con la idea de venta. Porque, como se afirma desde el Gobierno: “no todo está a la venta”. También lo dijo la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, “Groenlandia no está a la venta”. Asimismo, se afirma que no están a la venta los valores europeos basados en una sociedad libre, abierta, justa y de bienestar.
Sin embargo, desde el Gobierno indican que sí que está a la venta toda la capacidad, ingenio y emprendimiento de España y Europa. Aquí recae la diferencia. Comprar producto local repercute directamente en nuestra sociedad y sus valores, tanto de España como de Europa.